¿Sabe usted, paisana, paisano, por qué celebramos el Año Nuevo en estas fechas? Porque es cuando la Tierra cambia de posición respecto al sol y en el hemisferio sur tenemos los días más largos y comienza el verano. Junto con la naturaleza, desde tiempos remotos, las personas aprovechamos también para hacer votos de cambios y mejoras, como hacer más ejercicio o no ser tan gruñones con nuestros hijos. Y podríamos también proponernos mejorar como ciudadanos en algo que nos identifica negativamente: la falta de solidaridad.
Como ya lo hemos dicho aquí, los peruanos trabajamos casi 50% más horas que muchos europeos, y tenemos más empresas por familia que cualquier otro país. Lo sabe usted bien paisana, que abre su tienda a las 6 de la mañana y la cierra a las 11 de la noche. Pero siendo tan trabajadores, ¿por qué no avanzamos más? Una de las razones es que no colaboramos entre nosotros. Arellano Consultoría para Crecer encuentra que dos de cada tres peruanos solo trabajan con su familia y sus parientes muy cercanos, e Ipsos dice que solo el 17% de peruanos confía en sus conciudadanos. Somos uno de los países más desconfiados del mundo, por lo que no aprovechamos nuestra fuerza grupal.
Pero, ¿es tan importante unirnos para avanzar? Suponga, paisana, paisano, que cinco personas quieren empujar cinco carros. ¿Qué es mejor, que cada una se dedique a empujar su propio carro, o que se junten para empujar los cinco carros uno a la vez? La respuesta es simple, ¿no es cierto? De hecho, desde los incas en la Minka, los ciudadanos se juntaban para hacer las obras comunales, y en la Mita se ayudaban unos a otros para sembrar, cosechar o construir casas. En el Perú la cooperación siempre fue mejor que el trabajo individual.
¿Podemos regresar a eso? Sí, porque depende de nosotros mismos, de nuestro deseo de cooperar, de participar en actividades comunitarias, de apoyar a nuestros comercios vecinos. Incluso de compartir conocimientos, recursos y experiencias con nuestros competidores, que nos lleven a soluciones más innovadoras y efectivas. Porque uniendo fuerzas podemos enfrentar desafíos más grandes.
¿Que ser más solidarios es una promesa inalcanzable, casi ingenua para el Año Nuevo? Quizás, paisana, quizás, paisano, pero si hasta la naturaleza cambia, nosotros podríamos intentar también hacerlo. De hecho, ¿no es igual de difícil cumplir con esa promesa de adelgazar o de ahorrar un poquito más que se hizo usted para el año que comienza? Les deseo un muy feliz y solidario Año Nuevo.
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