
¿Es hoy importante leer libros? Cerca de la Feria del Libro de Lima —donde se vende casi un tercio de todo lo que se vende en libros en un año— quisiera responder a esa pregunta dirigiéndome de manera especial a mis paisanos y paisanas más jóvenes, a los que están construyendo su futuro.
En el Perú se leen pocos libros, en promedio menos de dos libros al año por persona, y, según el INEI, el 47% lee solo uno. Y no es porque no se lea algo: todos, y tú, joven paisano, un más que el resto, pasamos horas frente a celulares, leyendo memes, titulares o mensajes cortos. Pero creer que eso es suficiente lectura sería como decir que basta tomar agua con vitaminas para estar bien alimentado.
Leer libros —sí, libros, esos objetos con varias páginas de papel, o digitales,— es una forma de construir el pensamiento. Ellos te ayudan a ampliar el vocabulario, a organizar mejor las ideas, a entender el contexto, a escribir con claridad para que otros te comprendan. Y si crees que para eso es suficiente la inteligencia artificial, te equivocas, pues para usarla debes saber darle buenas instrucciones, o buenos prompts. Porque si no sabes explicar bien lo que quieres, ni el robot más moderno podrá ayudarte.

Y leer se nota. Lo veo cuando entrevisto a candidatos jóvenes como tú, que traen hojas de vida llenas de errores y responden con monosílabos, porque al hablar no hay emojis. En cambio, en el campo del marketing que yo enseño, veo que los que han leído algo más allá de los apuntes de clase saben hacer conexiones, conciben una negociación como un juego de ajedrez y construyen casos de negocios que cuentan una historia.
Leer enriquece el lenguaje y enriquece la mente. Abre mundos, desarrolla la empatía y el análisis, y hace viajar y soñar despiertos, entrenando a la imaginación, esa imaginación que hoy es indispensable para adaptarse al cambio tecnológico y para innovar, para poder crear nuevas ideas. Leer, en lugar de atarnos al pasado, nos permite enfrentar mejor el futuro.
Así que, si tienes la oportunidad, cómprate un libro. Y si no te gusta leer, empieza por uno cortito. Hay muy buenas historias, por ejemplo, de ciencia ficción para toda edad. O libros de humor. O de terror, esos que te atrapan y no te sueltan. Y con el tiempo verás que leer no muerde y a veces hasta acaricia, y tal vez se convierta en la llave secreta que necesitas para diferenciarte de los muchos de tu generación que no leen. ¿Qué tipo de lectura crees tú, joven paisano, paisana, que te hará llegar más lejos?
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