El sacerdote José María Solana, quien vivía en Nueva York como rector de uno de los seminarios de los Legionarios de Cristo, fue enviado a Jerusalén para superar un cuadro de depresión. El 7 de noviembre del 2004 llegó a Jerusalén y pocos días después se preguntaría de cara a Dios: ¿Qué me gustaría hacer aquí?
En el 2014, con ayuda de muchas personas, el sacerdote mexicano inauguró una casa de peregrinos frente al mar de Galilea llamada Magdala. Era, sin duda, un lugar muy especial, pues se sabe que al levantar la construcción, los arqueólogos hallaron una sinagoga del siglo I.
Esto apenas es un extracto de la película “Tierra Santa. El último peregrino”, en cuya trama se presenta la historia de una familia en crisis que logra viajar a los lugares santos y experimentar la gracia de la conversión. Esta trama de ficción está entrelazada con varios testimonios de personas que han visitado o viven allí.
Uno de los testimonios más importantes fue el del sacerdote mexicano José María Solana, fundador del centro de acogida Magdala y gran promotor de Tierra Santa como lugar de peregrinación. “Nosotros no estamos aquí para llevar a gente a visitar piedras y lugares. Estamos aquí para llevarlos a conocer los misterios de Dios”, comentó.

“Hay que invitar a la gente a que viva el misterio”, señala Solana en la película y confiesa que Magdala es su prioridad número uno, así como llevar a sacerdotes a Tierra Santa. Esta película ha sido dirigida por Andrés Garrigó y producida por Goya Producciones. Otra de las películas que el director realizadó fue “Corazón de Padre”.
“Tierra Santa. El último peregrino” será estrenada en agosto en diez países de América, siendo México y Perú los primeros países para su estreno el jueves 18 de agosto. Durante los días posteriores, el film se proyectará en la sala de diversos países de Centroamérica, Uruguay y EE.UU.
El director español Andrés Garrigó dije que “la inspiración original de esta película surgió de sentir el peligro de que la tierra de Cristo se quede sin cristianos”. Y dijo que este filme “no pretende ser un documental turístico... No va de ruinas, va de misterios, de cambios milagrosos, de salvación”.
Para Garrigó, la película “inyecta optimismo. Invita a contribuir a cambiar las cosas. A elevarte por encima de pandemias y contrariedades, viendo en pantalla la luz deslumbrante de la Resurrección”. El film muestra la relevancia de visitar los lugares santos. Para más información y entradas ingresa a: www.cinemark-peru.com
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