Autora de clásicos mundiales de la literatura, Isabel Allende conversó con RPP Noticias sobre su aclamada trayectoria y el lanzamiento de su nuevo trabajo: El viento conoce mi nombre.
Isabel Allende es considerada una de las autoras más destacadas de la literatura en lengua española. Sus novelas suelen abordar temas como el amor, la pérdida, la opresión y la lucha por la justicia.
Su novela más conocida y aclamada internacionalmente es La casa de los espíritus, publicada en 1982. La obra fue un gran éxito y estableció a Allende como una autora influyente en la literatura latinoamericana.
Nació en Perú, porque su padre era un diplomático chileno establecido en Lima en la década de los años cuarenta. Vivió, luego, en Chile y un tío suyo, Salvador Allende, fue elegido presidente de la República; poco después fue derrocado, en 1973, por el golpe de Estado de Augusto Pinochet.
Como millones de chilenos, Isabel partió al exilio y se estableció en Venezuela. En 1988, llegó a los Estados Unidos, donde reside actualmente. Es ahí que ha germinado una obra que se ha difundido en todos los ámbitos de la lengua española y que se ha traducido en numerosos idiomas.
Nuevo libro y su explicación del título
A sus 80 años, Isabel Allende acaba de lanzar El viento conoce mi nombre, un libro cuya trama se aleja de nuestra época y continente, para emprender un viaje a la Alemania Nazi de 1938, concretamente a "La noche de los cristales rotos", un hecho que marcó la etapa más grave contra el antisemitismo del régimen del Adolf Hitler.
Allende se enfoca en el caso de un niño de 8 años que fue separado de su familia esa noche; a partir de este recuerdo, ella pasa a hablar de lo ocurrido en la frontera de Estados Unidos y México, donde niños migrantes son de deliberadamente separados de sus padres. Es en ese contexto que la autora se centraliza en un personaje salvadoreño así lo explica a RPP Noticias:
"Yo tengo una fundación que ayuda a organizaciones y programas sin fines de lucro en la frontera. Nos enteramos muy cercanamente de estos casos. Cuando nos dicen que hay 170 millones de personas desplazadas en el mundo, eso no significa nada, hasta que uno no ve la cara de la persona, conoce su nombre y sabe su historia. Eso es lo que me pasó hace un tiempo con una niñita salvadoreña, ella entró a Estados Unidos con su madre y su hermanito, pero los separaron. La madre se perdió en la burocracia por un tiempo y finalmente, gracias al trabajo de los voluntarios, pudieron reunirlos 8 meses más tarde. Se presentaron ante un juez que los deportó y se perdieron en México hasta ahora. Ese caso era muy dramático porque la niña era ciega".
"Ese caso era muy dramático porque la niña era ciega. Me puse en el caso de esa niña ciega en un país extraño, donde no habla el idioma, separada de su madre; era muy doloroso y era muy fácil hacer el arco hacia el pasado para ver en qué otras oportunidades los padres han tenido que separarse involuntariamente de los hijos, como sucede muchas veces aquí (EE.UU.) con los inmigrantes que vienen de Centroamérica o ser separados a la fuerza como también sucede en la frontera".
"Entonces me remití a la Alemania prenazi, cuando viene 'La noche de los cristales rotos' e Inglaterra recibe a 10 mil niños judíos para salvarlos del nazismo. Esa fue la relación que pude hacer casi naturalmente. El título del libro (El viento conoce mi nombre) es porque a los niños les ponen un número para poder manejarlos en el sistema, porque muchas veces son tan pequeños que no saben su nombre, eso hace un eco terrible con el hecho de que a los judíos también los marcaban con un número".
La recomendación de Pablo Neruda
A Isabel Allende le costó mucho trabajo consolidarse como una de las autoras más destacadas de la literatura en lengua española. Incluso, se citan algunos comentarios adversos contra ella, que fueron atribuidos al poeta chileno Pablo Neruda ¿Qué dijo el Premio Nobel sobre Isabel Allende?
"Neruda dijo que yo era una pésima periodista, que me ponía siempre al centro de la noticia, que no podía ser imparcial y si no tenía una historia, la inventaba. (Me aconsejó) que me moviera a la literatura, donde todos esos defectos eran virtudes. Tenía toda la razón, no le hice caso en ese momento, me demoré muchos años en trasladarme a la escritura. Fue un buen consejo que debería haber escuchado mucho antes", recordó.
La cábala del 8 de enero
Para Allende, el 8 de enero es una fecha que resuena profundamente en su memoria y considera el momento adecuado para comenzar a escribir. ¿Cómo nació esta cábala?
"Empiezo todos mis libros el 8 de enero, muchas veces el 7 de enero no sé lo que voy a escribir, entonces me lanzo en una historia y poco a poco van emergiendo los personajes que al principio son muy borrosos; después van tomando forma y terminan contándome historias sorprendentes. No tengo nunca un guion, no tengo un mapa que voy a recorrer, es pura intuición y cometer errores, y encontrarme en callejones sin salida.
"El 8 de enero de 1981 recibí en Venezuela la noticia de que mi abuelo se estaba muriendo en Chile y, como no podía ir a despedirme de él, empecé a escribirle una carta para decirle que recordaba todo lo que me había dicho en su vida, todas las anécdotas familiares y todos los personajes del pasado. Empecé a contar a partir de la tía Rosa, que fue la primera novia de mi abuelo y murió envenenada de manera misteriosa, rápidamente me di cuenta que ya no era una carta, era algo que estaba contando y que no sabía si era una memoria o una crónica. Seguía escribiendo y al cabo de un año ya había 560 páginas de un libro que fue muy afortunado. Cuando empecé el segundo libro, decidí hacerlo el 8 de enero. También era conveniente porque eran vacaciones en ese momento en Venezuela. Es una fecha afortunada para mí".
La voz de las personas silenciadas
Sobre el matiz que plasma de América Latina en sus libros, la Isabel Allende comentó: "Yo escribo siempre sobre los mismos temas, diferentes historias y en diferentes lugares del mundo. Temas como el amor, la muerte, la violencia, la justicia y aquellos que tengan que ver con la mujer. Siento que la historia oficial la escriben los vencedores, mi papel es contar las historias de las voces que han sido silenciadas, las voces de las mujeres, de los niños pobres, de los derrotados, esas son las voces que me interesan.
Su nueva obra, El viento conoce mi nombre, comienza con un epígrafe tomado del libro El Principito, del autor francés Antoine de Saint-Exupéry, el clásico de la literatura más vendido de la lengua francesa del siglo XX: "He aquí mi secreto, que no puede ser más simple, solo se puede ver bien con el corazón. Lo esencial es invisible para los ojos". ¿Cómo se hace para ver lo esencial con el corazón?
"Mi fundación trabaja en la frontera, porque la gente que está ayudando lo hace por puro corazón, ahí no hay fama, no hay dinero, ni gloria de ninguna clase, es puro trabajo y puro corazón. Para mí es muy fácil ver con el corazón a través de esa gente y cada uno de los casos terribles con los que tenemos que lidiar. Esa idea de ver con el corazón también se aplica a la forma en que trato de escribir, yo trato de escribir de sentimientos, de relaciones y de emociones, que creo, son universales.
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