Martha López Pinedo, una de las últimas integrantes de su clan, recibió la medalla de honor ´José Antonio Encinas´, por contribuir a conservar nuestra cultura.
A sus 71 años, Martha López Pinedo tiene la fortaleza de un roble. Ella es una de las últimas integrantes de la etnia aymenu, que desde Pevas, Iquitos, impide que sus mitos y costumbres se diluyan en medio de la espesa selva peruana.
Los cantos de Martha cuentan historias de esclavitud y genocidio que su pueblo vivió durante la época de la explotación del caucho. “Los hombres del cielo” –el significado de aymenu– sufrieron grandes pérdidas que ahora Martha recuerda con mucha tristeza.
“¿Cuántas tribus se han perdido? No tengo ni padre, ni hermanos, ni familia. Mataron a todos. Yo que soy aymenu, quiero que sepan lo que pasó, esa es mi idea”, dice Martha sin dejar de reprochar la falta de apoyo que hubiese salvado las vidas de los aymenu.
Para luchar contra la extinción de su pueblo, Martha recurre a la ceremonia del “ampiri”: una preparación que mezcla la planta del tabaco y sal de monte, que se consume como manjar alucinógeno para conectarse con los espíritus de la naturaleza y los seres no vivos.
A través de este rito terrenal, el nieto de Martha, el artista plástico Rember Yahuarcani, recoge su inspiración, que finalmente es plasmada en sus cuadros que han dado la vuelta al mundo. Abuela y nieto reconstruyen una cosmovisión épica, luminosa y fantástica de un pueblo que sufrió las crueldades más atroces de parte de los gamonales.
“El contenido de mi obra es toda la historia huitoto. He plasmado la historia de una manera distinta, normalmente se hace del lado antropológico. Con el arte lo que he buscado es que se rompe esas barreras y que la Amazonía y su cultura se vea de una forma distinta”, señaló el joven autodidacta, que pronto viajará a Buenos Aires a presentar una exposición junto a su padre Santiago.
Para premiar esta gran labor, la Derrama Magisterial entregó el último miércoles la medalla de honor “José Antonio Encinas” a Martha López. La matriarca volverá a su tierra para seguir explorando el misticismo de la selva a través del “ampiri”.
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