El escritor Rubem Fonseca murió a los 94 años tras sufrir un infarto. Destacó por sus obras policíacas. Su personaje Mandrake inspiró la serie homónima de HBO.
El misterio que imprimió en cada una de sus novelas fue el mismo que marcó la vida del escritor Rubem Fonseca, un revolucionario de las letras que falleció, este 15 de abril, a los 94 años tras sufrir un infarto en su residencia en Río de Janeiro (Brasil), informó su familia.
Tan intrigante como la trama de sus obras -el autor de "Agosto", "El Cobrador" o "El gran arte"- vivió como una especie de ermitaño, narrando las truculentas historias marcadas por un lenguaje directo, violento, erótico y vulgar.
Aunque Rubem Fonseca -el ganador de premios como el Juan Rulfo, el Jabuti o el Camoes y uno de los principales exponentes de las letras brasileñas- prefería el anonimato, quienes le conocían de cerca lo describían como una persona sencilla y con buen sentido del humor.
Sus obras, en su mayoría policíacas, describen el día a día de la criminalidad, la prostitución y las desigualdades sociales y protagonizan la realidad de un submundo ficticio. Incluso Mandrake, el abogado que fue uno de los personajes centrales de los libros "El Gran Arte" y "La biblia y la bengala" inspiró la serie "Mandrake" (2005), producida por HBO.
Fonseca se formó como abogado. Luego tuvo su primer trabajo como comisario de policía, que le daría la materia prima y el estilo para muchas de sus obras que desarrolló durante la dictadura en Brasil.
En sus obras se retrata sin miedo y de forma cruda la naturaleza humana y él mismo reconocía que como autor debía decir lo que otros no se atrevían a mostrar. Por ello, siempre apostó por un lenguaje "obsceno" y defendió que los escritores no pueden "discriminar las palabras".
"Yo escribí 30 libros. Todos llenos de palabras obscenas. Nosotros escritores no podemos discriminar las palabras. No tiene sentido que un autor diga 'eso no puedo usar'", sentenció Rubem Fonseca en la ceremonia de premiación del galardón Machado de Assis, otorgado por la Academia Brasileña de Letras, en 2015. (EFE)
Comparte esta noticia