Mucho antes de que Harvey Weinstein fuera sentenciado por casos de agresión sexual, un cómic de Spider-Man hizo referencia al productor en una historia que involucraba a Hollywood.
Harvey Weinstein fue sentenciado tras ser declarado culpable de diferentes casos de agresión sexual, y se convirtió en una de las figuras más aterradoras de Hollywood. Años atrás, era un secreto a voces lo que el exproductor pedía a las mujeres a cambio de llevarlas a la fama. En ese entonces, Marvel se atrevió a contar una historia muy parecida en un cómic de Spider-Man.
En el 2002, la editorial publicó “Get Kraven”, escrito por Ron Zimmerman en seis volúmenes. A pesar de que la narrativa se centra en un personaje secundario del universo del arácnido (Kraven, El Cazador), su historia merece ser revisada en la actualidad. Quince años antes de que The New York Times publicara su investigación sobre el magnate, la trama no fue tomada tan en serio por los lectores.
La historieta inicia con la aparición de Kraven, uno de los villanos de Spider-Man, y su hijo Alexei. Tras utilizar el traje de su padre y queriendo cambiar ese legado, se va a Hollywood y se apropia de la fortuna de los Kravinov para ser exitoso en el mundo de las alfombras y reflectores. ¿Realmente el joven productor era una amenaza para el resto? No del todo, ya que en el mundo del espectáculo descubre una serie de problemáticas: corrupción y depredadores sexuales.
Así es como ‘Al’ conoce a los hermanos Rothstein, -un paralelo de Harvey y Bob Weinstein- dos ejecutivos avariciosos y con intenciones turbias. Aunque se trate de personajes no tan importantes para la historia en sí, hoy son quienes más llaman la atención por cómo utilizaron la industria del cine para fijar sus perturbadores objetivos en Timber Hughes, actriz y novia del hijo de Kraven.
¿CÓMO FUE SU RECEPCIÓN A INICIOS DE LOS 2000?
Su publicación no fue tan comentada por esa fecha, debido a que Spider-Man –quien figuraba en el título‑ no aparecía más que en un par de momentos y dos portadas. A la fecha, se le recuerda como un registro de lo que Ron Zimmerman podía haber escuchado acerca de los abusos de Harvey Weinstein en una época donde el productor estadounidense y su hermano estaban a cargo de la dirección de Miramax.
Hace dos años, ante la coyuntura, el cómic fue relanzado por Marvel bajo un nombre mucho más llamativo: “Monstruos de Hollywood”. Bajo un estilo cinematográfico y plagado de referencias sobre el mundo de la pantalla grande, se demuestra que la perversión de Weinstein siempre estuvo allí, pero nadie alzaba la voz o creía a las víctimas. El cine respaldaba la violencia a puertas cerradas.
Comparte esta noticia