BCR: Inflación recién bajará a menos de 3% en el 2023

La inflación en el Perú no bajaría al rango meta de entre 1% y 3% este año, de acuerdo con las nuevas proyecciones del Banco Central de Reserva (BCR).

Hasta febrero se indica que la tasa de inflación a doce meses se ubicó a 6.15% debido al incremento de los precios internacionales de insumos alimenticios y combustibles.

Para el cierre de este 2022, la Encuesta de Expectativas Macroeconómicas del BCR indica que los analistas y empresas estima que la inflación estará entre el 3.8% y 4%.

Mientras que para el próximo año se espera que la inflación baje a entre 3% y 3.20%, cambiando las proyecciones iniciales del BCR.

Ahora el BCR estima que la inflación retornaría al rango en el primer semestre del próximo año, es decir, entre enero y junio del 2023.

"La trayectoria decreciente de la inflación interanual se iniciaría en julio del presente año, debido a la reversión del efecto de factores transitorios sobre la tasa de inflación (tipo de cambio, precios internacionales de combustibles y granos) y a que la actividad económica se ubicará aún por debajo de su nivel potencial", indicaron en la presentación del Programa Monetario de Marzo.

Este cambio en las proyecciones del BCR se deben al significativo aumento de los precios internacionales de energía y alimentos en lo que va del año, acentuados por el conflictos entre Rusia y Ucrania.

"Los recientes conflictos internacionales han elevado la incertidumbre y presionado al alza el precio del petróleo", advierten.

Entre diciembre del 2021 y marzo del 2022 el precio del petróleo ha subido 42.6%, el GLP se ha elevado en 35.2% y la gasolina en 36.2%.

Durante el periodo mencionado la cotización del trigo ha aumentado en 39.1%, el maíz en 26.8% y el aceite de soya en 15.5%.

"El incremento de las cotizaciones de petróleo y otros combustibles, así como las restricciones de la pandemia del COVID-19 que limitan el acceso a otros insumos básicos, elevaron el costo de los productos industriales", agregaron.

También indican que el aumento en el precio de los abonos y fertilizantes ha ejercido una presión adicional sobre los precios de alimentos, ya que afecta los costos de producción de los cultivos perecibles agrícolas.