El BCE, que se reúne mañana para debatir la política monetaria de la zona del euro, la primera de sus nuevas operaciones de financiación a plazo más largo.
El copresidente del Deutsche Bank, Anshu Jain, dijo hoy que el Banco Central Europeo (BCE) ha llegado al límite de sus posibilidades de estimular el crecimiento económico e instó a los países de la zona del euro a aplicar reformas estructurales.
Jain destacó la actuación del BCE en la crisis financiera pero advirtió contra la dependencia de la entidad monetaria para generar crecimiento.
En un congreso de banca celebrado en Fráncfort, Jain respondió que se ha llegado "al final de cuánto pueden estimular los bancos centrales la economía", a la pregunta de si era el momento de que el BCE incentivara de nuevo la economía del área euro.
El presidente del Commerzbank, Martin Blessing, loó las reformas estructurales que se han hecho en España pero consideró que todavía es necesario que otros países acometan más reformas, sin citar ninguno en concreto, pero en alusión a Francia a Italia.
"Nos sentimos mejor que hace tres años, se han hecho reformas estructurales, mucho ha pasado en España, pero todavía no es suficiente", dijo Blessing.
Jain aventuró que se va a producir en los próximos doce meses una "significativa divergencia de las políticas monetarias de Europa y EEUU", que será uno de los factores al que más atención prestarán los mercados.
El BCE, que se reúne mañana para debatir la política monetaria de la zona del euro, va a conducir el próximo 18 de septiembre la primera de sus nuevas operaciones de financiación a plazo más largo, a cuatro años, a un tipo de interés fijo del 0,25 %.
El presidente del BCE, Mario Draghi, generó tras su discurso en Jackson Hole (Wyoming) especulaciones de compras de activos, como deuda soberana o bonos de titulización de activos, pero los expertos descartan novedades mañana.
El BCE mantendrá previsiblemente su tasa de interés rectora en el mínimo histórico del 0,15 %.
El miembro alemán del comité ejecutivo del BCE, Sabine Lautenschläger, dijo que "los tipos de interés bajos son necesarios porque el crecimiento económico es débil".
"Entiendo a los ahorradores, pero hay que pensar a medio y largo plazo. Una persona sólo puede ahorrar si tiene empleo", respondió Lautenschläger a las críticas en Alemania por los bajos tipos de interés.
La antigua vicepresidenta del Bundesbank apoyó la salida de la política monetaria, muy expansiva, actual lo más rápido posible, una vez que el crecimiento sea mayor.
Jain también consideró en el congreso de banca organizado por el diario económico alemán "Handelsblatt" que la prioridad de la economía europea es el crecimiento para "afrontar el endeudamiento estructural de Europa".
"Los niveles de deuda a largo plazo son extremadamente elevados según estándares históricos. Es el legado de la crisis de los últimos cinco años. El crecimiento económico es la mejor y única forma para afrontar este asunto", aseveró Jain.
Añadió que "el modelo de inclusión social que Europa construyó en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial sólo se puede financiar con crecimiento".
Jain también aludió al elevado desempleo en la zona del euro, sobre todo entre los jóvenes.
El "crecimiento es la clave para dar a nuestra gente joven un futuro", consideró el copresidente del Deutsche Bank, quien recordó que en Europa el desempleo se sitúa en un nivel históricamente alto: supera el 10 %, pero entre el colectivo juvenil alcanza el 20 % e, incluso, en algunas naciones fuertemente golpeadas por la crisis está cerca del 50 %.
"Esto es una tragedia que debemos afrontar", dijo el copresidente del mayor banco alemán.
El "crecimiento en la economía real se predica en dos factores: reformas estructurales y creación de crédito", según Jain.
El 70 % del crédito se crea en Europa mediante la vía tradicional del préstamo bancario, lo que significa que el sector bancario es crítico, según Jain.
"También es desequilibrado", advirtió Jain, quien recordó que sólo un 11 % de las actividades de financiación se produce a través de los mercados de capital, en comparación con el 70 % en EEUU, donde la titulización está más desarrollada.
EFE
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