El economista e investigador de GRADE, Eduardo Zegarra, señala que el problema en el sector se ha originado desde la creación de la antigua Ley de Promoción Agraria.
Esta mañana debe comenzar nuevamente el Pleno del Congreso para determinar la nueva ley agraria, tras más de 20 días de derogado el anterior régimen.
Sin embargo, el economista de GRADE, Eduardo Zegarra, comenta que este vacío en el sector agrario no se ha originado por la derogatoria de la antigua ley de promoción agraria, sino que se produce desde su creación.
"Esta ley derogada usaba no solo incentivos tributarios para promover la agroexportación, sino también incentivos laborales que eran extremadamente flexibles y desprotectores. En realidad el impase ha sido generado por la ley derogada", señaló.
El economista considera que la ley no se deberían considerar los incentivos tributarios a las empresas junto a las condiciones de trabajadores en una misma ley.
"Si se van a dar incentivos para la promoción de una actividad tiene que estar centrados en los tributario, y esto debe estar condicionado a que las empresas cumplan con ciertos objetivos que tiene la política, por ejemplo: invertir, dar salarios dignos, respetar el medio ambiente u otros", apuntó.
Asimismo, consideró que las exoneraciones brindadas a las empresas agrarios nunca debieron exceder los 10 años.
"La ley de promoción agraria era básicamente una ley rentista que le dio exoneraciones tributarias muy generosas, que nunca debieron exceder los 10 años, por casi 30 años. Eso no es un incentivo adecuado para promover una actividad económica", sostuvo.
Indicó que el éxito del sector agroexportador no se dio solo por esas exoneraciones, pues eso sería "una muy mala visión del desarrollo".
El especialista aclaró que las medidas propuestas para reducir los incentivos tributarios no afectarían en ninguna medida a las pequeñas empresas del sector.
"Eso nunca fue cierto, el régimen especial para mypes existe desde antes y prevalece, y esas empresas en cualquier escenario pueden acogerse. Eso les da derecho a un régimen general disminuido en la parte laboral, es decir, funcionan con condiciones muchos más favorables y tienen beneficios tributarios superiores al régimen agrario", explicó.
Al igual que el ministro de Desarrollo Agrario, Zegarra considera fundamental que se facilite la sindicalización de trabajadores, con el fin de mejorar las negociaciones.
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