Asociación de Bodegueros contabilizó hasta la fecha casi 10 mil reportes delincuenciales. Entre ellos, los delitos que más se destaca son cobros de cupo, gota a gota y extorsiones.
María es bodeguera en Lima. Hace algunos meses recibió amenazas de delincuentes que la estaban extorsionando a cambio de dejarla trabajar. Para este informe y con el fin de cuidar su identidad hemos cambiado el nombre de la comerciante. Ella ha contado a RPP que no es la única víctima, pues sus socios tuvieron que vender sus productos y hasta rematar sus vitrinas y otros objetos para evitar las extorsiones.
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“Yo cerré mi bodega por 8 meses, me afectó totalmente en todo sentido: económica y emocionalmente porque tampoco salía a la calle, cuando pasaban las motos, esa sensación es horrible porque te marca. Yo me tuve que encarcelar, no salía para nada, encargaba para comprar mis cosas. Mis hijos tuvieron que huir como si fueran delincuentes”, cuenta llorando
Las bodegas desde hace varios meses son el blanco de los delincuentes. Ya lo había adelantado RPP: Al cierre de 2023, cerca de 13 mil bodegueros en Perú fueron víctimas de extorsión. Esta cifra es tres veces mayor a lo registrado en 2021, según la Asociación de Bodegueros del Perú (ABP).
El foco estaba puesto en Lima y Callao, Trujillo y Arequipa
Este 2024 las cifras siguen su rumbo para mal. Según el gremio se ha contabilizado hasta la fecha casi 10 mil reportes delincuenciales. Es decir, información que el gremio recopila.
Andrés Choy, presidente de ABP, lo explica así. “La situación no ha bajado, se ha incrementado entre enero y julio de este año. La mayor parte es por cobros de cupos: pagos mensuales que hacen los bodegueros a mafias organizadas. Lamentablemente como no hay apoyo en captura, los bodegueros han tenido que ceder ante chantajes para sus negocios sean protegidas y no le hagan daño”, explica a RPP.
De acuerdo con la información del gremio de bodegueros, 4 de cada 10 reportes delincuenciales que realizan los bodegueros es por cobro de cupos, seguido por el gota a gota y las extorsiones.
La mayoría de los bodegueros víctimas residen en Lima Este, es decir distritos como San Juan de Lurigancho, Ate, Santa Anita y Chosica.
Según el Banco Interamericano De Desarrollo (BID), el Perú pierde 3% de su PBI por enfrentar la inseguridad. Es decir, 15 mil millones de soles que es 4 veces el presupuesto que se tuvo para enfrentar el fenómeno El Niño el año pasado, dijo Monica Muñoz Najar, economista de Redes. Además, explica cómo estos crímenes deterioran las ganas de invertir que pueden tener las familias peruanas.
“Hay negocios que ya no se van a abrir, hay inversiones que ya no se van a dar. Vemos los casos de extorsión y cómo se ha multiplicado por 4 o por 6 en regiones del Perú. Genera un desincentivo a invertir porque si voy a poner mi dinero y mis recursos para abrir un pequeño negocio y voy a enfrentar el miedo a extorsiones es probable que pueda cerrar el negocio y reconsiderar la inversión”
Los cobros de cupos, extorsiones y el gota a gota son la pesadilla de las 535 mil bodegas que existen en el país. El año pasado se registró el cierre de 2,600 tiendas, hoy el número ha bajado, pero no es porque la policía brinde protección, sino porque las mafias están ganando terreno y reciben dinero cambio de dejar trabajar a los comerciantes.
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