Alberto Mario Rincón, director general de L’Oréal para Centroamérica y la Región Andina, destaca por su liderazgo basado en la formación de talento, la diversidad y el aprendizaje continuo. A sus 53 años, se define como un "facilitador", priorizando el crecimiento de su equipo.
Más allá de su rol como director general de L’Oréal para Centroamérica y la Región Andina, Alberto Mario Rincón dio a conocer una faceta personal marcada por el aprendizaje continuo, la importancia de formar talento y una profunda valoración por la diversidad.
A sus 53 años, Rincón reflexiona sobre su trayectoria y cómo su perspectiva del liderazgo ha evolucionado con el tiempo.
"Yo no soy el mismo líder que era hace 20 años y no es porque haya perdido mi esencia, simplemente me van importando otras cosas. A mí ahora me importa formar gente", comparte.
Para Rincón, uno de los mayores orgullos es ver crecer a los miembros de su equipo y que sean promovidos a roles de mayor responsabilidad, incluso en otras filiales de L’Oréal.
"Yo soy feliz cada vez que alguno de mi equipo se lo llevan para, no sé, L’Oréal México, L’Oréal Argentina. A mí me llena orgullo eso", expresa.
Esta visión se fundamenta en la creencia de que todos, en algún momento, han necesitado el apoyo y la confianza de alguien para avanzar en sus carreras: "Yo creo que los líderes tenemos que estar constantemente formando gente y dejándolas crecer".
En su etapa actual, Rincón se define como un "facilitador" y practica un "liderazgo servicial", poniendo sus capacidades al servicio de su equipo.
"Yo estoy al servicio tuyo, no al contrario. Entonces, cuando tengo reuniones, lo primero que pregunto es en qué te ayudo. ¿En qué necesitas ayuda?", explica.
Reconoce la importancia de rodearse de personas diversas y más capaces, ya que "uno es tan bueno como la gente que lo rodea".
Al dirigir la mirada hacia su yo del pasado, Rincón le aconsejaría "que lo haga más rápido, que aprenda más rápido". Sin embargo, también reconoce la importancia de no quemar etapas demasiado pronto y de tener "la humildad de aprender constantemente". Destaca que nadie está completamente preparado para una nueva responsabilidad, y el aprendizaje se da en el camino.
Un aspecto crucial en la filosofía de Rincón es el respeto por la diversidad, que va más allá del género e incluye el "background de estudios, de experiencia y nacionalidad que tú tengas".
Al frente de un clúster con "16 nacionalidades", valora la riqueza de las diferentes perspectivas y la necesidad de comprender las particularidades culturales de cada país.
"Cuando aceptas eso, comienzas a entender, que el verano en Perú es importante, que no hay estaciones en Colombia, pero en Perú sí y son importantes", ejemplifica, subrayando cómo el respeto por estas diferencias enriquece la comprensión del mercado.
Finalmente, Rincón comparte una práctica personal para fomentar la escucha activa y la valoración de diferentes puntos de vista: "hablar de último en una reunión". Esto evita que su opinión como líder influya prematuramente en el equipo y permite descubrir ideas que de otra manera no surgirían.
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