"Si Perú sobrevive una elección más sin caer en el populismo, se va a convertir en un país serio, estable. Va a ser el nuevo Chile latinoamericano", afirmó el analista argentino.
El analista Andrés Oppenheimer considera
que en la actualidad existe una buena oportunidad de que Brasil,
como hizo China en Asia, "arrastre al resto de América Latina" hacia
un mayor pragmatismo, una mayor desideologización y una mayor
conciencia de que no hay progreso sin estabilidad.
"El progreso de Brasil va a arrastrar al resto de América Latina, porque cada vez más presidentes y más pueblos se van a decir a sí mismos que si Brasil está progresando sin tratar de cambiarlo todo cada gobierno, deben de estar haciéndolo bien", dijo hoy Oppenheimer a Efe en Madrid, donde presentará su libro "Los estados desunidos de las Américas".
Para el analista, editor para América Latina y columnista de "The Miami Herald", dos de los mayores retos de la región son romper su "obsesión con el pasado" y su "ceguera periférica", que le hace vivir, a su juicio, mirándose el ombligo en vez de mirar lo que hace el resto del mundo.
"Comparando Asia con América Latina, siempre digo que mientras los asiáticos están guiados por el pragmatismo y obsesionados con el futuro, los latinoamericanos estamos guiados por la ideología y obsesionados con el pasado", afirmó.
Oppenheimer también mostró su preocupación por la carrera armamentística y "los ruidos de armas nucleares" que se escuchan en algunos países latinoamericanos, así como por "el drama" de la desunión que se vive en la región, donde "las pocas uniones que hay son, en lugar de para insertarse en el mundo, para aislarse" de él.
Pese a todo, el analista se mostró optimista a medio plazo con el futuro de la región, entre otras razones, porque "el ciclo chavista se está desinflando".
"El proyecto chavista, con los precios del petróleo como están, es probable que se mantenga en Venezuela y en algunos países pequeños, pero no le da combustible como para mantener ya su gran proyecto latinoamericano", añadió.
Otra de las razones que, a su juicio, invitan al optimismo es que "por primera vez en mucho tiempo" se están viendo en América Latina "cambios políticos con estabilidad económica", añadió Oppenheimer, que citó los casos de Chile, Brasil, Uruguay y Perú, un país, este último, del que destacó su evolución en los últimos años y sus posibilidades de futuro.
"Si Perú sobrevive una elección más sin caer en el populismo, se va a convertir en un país serio, estable. Va a ser el nuevo Chile latinoamericano", apuntó.
Coganador del Premio Pulitzer de 1987 con el equipo de "The Miami Herald" que descubrió el escándalo Irán-Contras, así como Premio Ortega y Gasset y Premio Rey de España de Periodismo, Oppenheimer manifestó, asimismo, que la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca no ha supuesto hasta ahora "una nueva política de EEUU hacia América Latina".
Esto se debe, explicó, a que Obama no tiene un equipo para América Latina, porque los republicanos le están bloqueando en el Congreso, pero también porque no ha sido una prioridad número uno para él y porque el capital político lo está invirtiendo ahora en la reforma de salud.
A su juicio, el "gran test" de Obama se producirá el próximo año, para cuando el presidente estadounidense ha anunciado que presentará su reforma migratoria.
"Yo creo que el Gobierno de Obama es promisorio para América Latina, pero hasta el momento no deja de ser una promesa", recalcó.
Oppenheimer también se refirió a la crisis política en Honduras, donde "tarde o temprano va a haber un acuerdo", porque "el golpe no es aceptable" y "las elecciones surgidas de un golpe no serían aceptables", del mismo modo que tampoco lo sería un retorno del presidente depuesto, Manuel Zelaya, "con las manos libres para dar un golpe como el que pretendía dar, un golpe constitucional".
"Lo más probable es que se logre un acuerdo de coalición, donde esté Zelaya y estén los representantes de (Roberto) Micheletti", añadió Oppenheimer. EFE
"El progreso de Brasil va a arrastrar al resto de América Latina, porque cada vez más presidentes y más pueblos se van a decir a sí mismos que si Brasil está progresando sin tratar de cambiarlo todo cada gobierno, deben de estar haciéndolo bien", dijo hoy Oppenheimer a Efe en Madrid, donde presentará su libro "Los estados desunidos de las Américas".
Para el analista, editor para América Latina y columnista de "The Miami Herald", dos de los mayores retos de la región son romper su "obsesión con el pasado" y su "ceguera periférica", que le hace vivir, a su juicio, mirándose el ombligo en vez de mirar lo que hace el resto del mundo.
"Comparando Asia con América Latina, siempre digo que mientras los asiáticos están guiados por el pragmatismo y obsesionados con el futuro, los latinoamericanos estamos guiados por la ideología y obsesionados con el pasado", afirmó.
Oppenheimer también mostró su preocupación por la carrera armamentística y "los ruidos de armas nucleares" que se escuchan en algunos países latinoamericanos, así como por "el drama" de la desunión que se vive en la región, donde "las pocas uniones que hay son, en lugar de para insertarse en el mundo, para aislarse" de él.
Pese a todo, el analista se mostró optimista a medio plazo con el futuro de la región, entre otras razones, porque "el ciclo chavista se está desinflando".
"El proyecto chavista, con los precios del petróleo como están, es probable que se mantenga en Venezuela y en algunos países pequeños, pero no le da combustible como para mantener ya su gran proyecto latinoamericano", añadió.
Otra de las razones que, a su juicio, invitan al optimismo es que "por primera vez en mucho tiempo" se están viendo en América Latina "cambios políticos con estabilidad económica", añadió Oppenheimer, que citó los casos de Chile, Brasil, Uruguay y Perú, un país, este último, del que destacó su evolución en los últimos años y sus posibilidades de futuro.
"Si Perú sobrevive una elección más sin caer en el populismo, se va a convertir en un país serio, estable. Va a ser el nuevo Chile latinoamericano", apuntó.
Coganador del Premio Pulitzer de 1987 con el equipo de "The Miami Herald" que descubrió el escándalo Irán-Contras, así como Premio Ortega y Gasset y Premio Rey de España de Periodismo, Oppenheimer manifestó, asimismo, que la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca no ha supuesto hasta ahora "una nueva política de EEUU hacia América Latina".
Esto se debe, explicó, a que Obama no tiene un equipo para América Latina, porque los republicanos le están bloqueando en el Congreso, pero también porque no ha sido una prioridad número uno para él y porque el capital político lo está invirtiendo ahora en la reforma de salud.
A su juicio, el "gran test" de Obama se producirá el próximo año, para cuando el presidente estadounidense ha anunciado que presentará su reforma migratoria.
"Yo creo que el Gobierno de Obama es promisorio para América Latina, pero hasta el momento no deja de ser una promesa", recalcó.
Oppenheimer también se refirió a la crisis política en Honduras, donde "tarde o temprano va a haber un acuerdo", porque "el golpe no es aceptable" y "las elecciones surgidas de un golpe no serían aceptables", del mismo modo que tampoco lo sería un retorno del presidente depuesto, Manuel Zelaya, "con las manos libres para dar un golpe como el que pretendía dar, un golpe constitucional".
"Lo más probable es que se logre un acuerdo de coalición, donde esté Zelaya y estén los representantes de (Roberto) Micheletti", añadió Oppenheimer. EFE
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