Cada 1.000 hectáreas de palma generan alrededor de 500 puestos de trabajo entre directos e indirectos, dijo Ronald Campbell, gerente general del Grupo Palmas.
La selva peruana tiene un potencial de 1.4 millones de hectáreas que pueden ser destinadas a la producción de la palma aceitera, un cultivo que contribuirá al desarrollo de la región oriental.
De acuerdo a la información del Ministerio de Agricultura, en la región Loreto existe un potencial de 620.000 hectáreas, en Amazonas de 300.000 hectáreas y 150.000 en San Martín. Adicionalmente existen otras 265.000 hectáreas con potencial para el cultivo de palma en Ucayali, 40.000 en Huánuco y 30.000 en Cusco.
"Entre 1980 y 2010, el crecimiento de la palma en el Perú ha llegado a 50.000 hectáreas, satisfaciendo parcialmente las necesidades de consumo humano, de la industria y en menor proporción del biodiesel", sostuvo el gerente general del Grupo Palmas, Ronald Campbell.
En la región, Colombia lidera la producción de palma aceitera y posee un total de 500.000 hectáreas, cifra que supera de lejos a lo que tiene el Perú a pesar de que ambos países empezaron su producción a tiempo. Perú también es superado por Ecuador, Brasil, Costa Rica y Honduras.
Si Perú logra cultivar 500.000 hectáreas de los 1.4 millones de potencial que existe en la selva, no sólo podría satisfacer su demanda interna de aceite para alimentación y biodiesel, sino que podría ser un exportador en el sector de oleaginosas.
La palma aceitera puede producir entre 3.5 y 6 toneladas de aceite por hectárea al año, lo que supera a otros productos oleaginosos como la soya, el girasol y la canola.
“En el área oleaginosa, la palma es el cultivo que tiene la mayores posibilidades de desarrollo en el Perú porque tenemos el territorio y las condiciones para hacerlo, además este cultivo permite la inclusión social y desplaza los cultivos de hoja de coca como ha venido sucediendo en los últimos 20 años, contribuyendo al desarrollo de las comunidades”, añadió Campbell.
El desarrollo de este cultivo permite la generación de trabajo permanente, así, por cada 1.000 hectáreas de palma se genera alrededor de 500 puestos de trabajo entre directos e indirectos. Si se lograse sembrar 500.000 hectáreas de palma, ello podría significar un total de 250,000 empleos en la región oriental.
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