Especialista advierte que subsidios no solucionan necesidades actuales del poblador en condición de pobreza extrema.
El Instituto Nacional de Estadística e Informática reveló que el peruano en condición de pobreza extrema tiene una capacidad de gasto menor de s/ 201 para sus necesidades básicas como alimentación, vivienda, transporte, salud y otros.
Si bien el Estado trata de compensar esta brecha brindando apoyo a las familias a través de los programas sociales como Juntos o Pensión 65, los subsidios no están acorde a las necesidades actuales que han empeorado por la pandemia y la inflación.
Por ello, Alexandra Ames, docente de Gestión Pública de la Universidad del Pacífico, consideró que el gobierno debería actualizar los montos que se entregan a través de estos programas. “No hay problema en la focalización, el problema está en los montos que se entregan, no hay un cambio en ellos, están congelados hace una década”, refirió.
¿Existe fórmula mágica?
Según Alexandra ames, la única forma de reducir la pobreza es dándole una perspectiva social, que no solo involucre al Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, sino también a otros sectores del Ejecutivo. “Hay programas diseñados para personas en pobreza extrema, pero no para quienes están en vulnerabilidad de pobreza”, precisó.
¿Qué es la vulnerabilidad a la pobreza?
La especialista advirtió que hay un gran porcentaje de personas en riesgo de volverse pobres, debido a varios factores como depender de una sola persona para la manutención que por hechos fortuitos, ya no puede realizar actividades laborales, por ejemplo a causa de una enfermedad, accidente o incluso la pandemia.
Por ello, la docente también consideró que el Estado debe preocuparse por fortalecer sus capacidades y darles herramientas para enfrentarse al mundo laboral.
¿Por qué no nos hemos recuperados?
La especialista detalló que nos hemos recuperado en indicadores macroeconómicos y cantidad de empleo, pero no en calidad laboral. "La caída ha sido tan fuerte para los sectores más vulnerables que en el momento de apertura y recuperación de las empresas ha hecho que las personas se vean en la necesidad de aceptar de manera rápida una condición de trabajo que no era necesariamente la del 2019", expresó.
Comparte esta noticia