26 de cada 100 peruanos en situación de pobreza: ¿Qué medidas adoptar para reducir esta cifra?

Durante el 2021 los niveles de pobreza en nuestro país aumentaron de manera significativa en todos los grupos de edad en comparación con el 2019, previo a la pandemia, reveló la última Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), que mostró además que 26 de cada 100 peruanos se encuentra en situación de pobreza. 

La encuesta indicó que esta afectó al 37.2% de niñas y niños menores de cinco años y al 28.6% de adolescentes de 15 a 19 años. El INEI advierte que en estos grupos de edad la pobreza tiene un mayor impacto, pues afecta su desarrollo en el futuro y es muy probable que se perpetúe de generación en generación.

Frente a este panorama, Federico Arnillas, presidente de la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza, detalló en el programa Viernes Económico de RPP los factores que están detrás de estas cifras. Además, Roxana Barrantes, integrante del directorio del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), sugirió en entrevista con La rotativa del aire de RPP las formas en las que se puede mitigar esta problemática.

Alta vulnerabilidad a caer en pobreza

La medición de la pobreza está sujeta a parámetros muy finos, explicó Arnillas. Por ejemplo, si consideramos que la canasta básica familiar [artículos de primera necesidad y alimentarios] está valorizada en S/ 378 por persona al mes, una familia con cuatro integrantes necesitaría mínimo S/ 1512 al mes para subsistir, sin considerar el pago de servicios básicos. Este monto es superior al salario mínimo por lo que no sería suficiente, advirtió.

“Una enfermedad te puede cambiar esa situación y poner debajo de la línea de pobreza muy rápidamente. Con un niño extra en la familia, ya no divides entre cuatro, divides entre cinco y, en este caso, estás más cerca de la línea de pobreza”, agregó. Según un análisis del Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD), el 70% de los hogares a nivel nacional apenas logra equilibrar sus ingresos y gastos; es decir, sufren un alto estrés financiero.

Por otro lado, Roxana Barrantes señaló que, si bien se prevé que tendremos un crecimiento económico del 3% este año (CEPAL) -el cual puede considerarse positivo a nivel regional- sigue siendo insuficiente para las necesidades que tenemos como país. Por ello, invita a no subestimar el potencial del crecimiento económico para combatir la pobreza.

“En estos momentos, tenemos insuficiencia de niveles de inversión, que son los que jalan esta locomotora del crecimiento económico que trae empleo y recursos al tesoro público, y con esos recursos se puede aumentar la calidad de los servicios que se da a la población”, destacó.

Priorizar el costo de canasta básica alimentaria

La Enaho reveló que el 4,1% de peruanos sufrió de pobreza en condiciones extremas. Esto significa que no solo no pueden cubrir el costo de la canasta básica familiar, sino que ni siquiera les alcanza para asumir el precio de la canasta básica de consumo alimentario, cuyo valor es de 201 soles por persona al mes.

Arnillas sostuvo que, para evaluar las medidas a implementar contra la pobreza, es necesario tomar en cuenta que existen factores externos que explican su aumento como la inflación a nivel mundial. Puso como ejemplo el incremento en el precio combustible, el cual afecta a la mayoría de los productos por ser esencial para el transporte, y el de la crisis de fertilizantes, cuyo efecto es doble debido a que somos productores e importadores.

Garantizar la generación de empleos de calidad con derechos laborales, consideró Arnillas, es la base para el desarrollo económico y la reducción de la pobreza. Por su parte, Barrantes agregó que se debe mejorar el liderazgo y la gestión pública de nuestras autoridades.

“Tenemos que dar confianza desde el sector público para que las inversiones privadas se plasmen. Tenemos que atraer a las personas más experimentadas y capacitadas para hacer gestión pública y necesitamos dar un entorno de certezas a futuro”, aseguró.

La experta explicó que las políticas focalizadas en dar apoyo a los comedores populares u otras medidas que aseguren que todos los peruanos cuenten con raciones de comida diarias son esenciales para reducir los efectos de la inflación externa que afecta a los segmentos más pobres y vulnerables. Para ello, sugirió un mayor apoyo a programas estatales como “Juntos”, donde se viene trabajando en la identificación de los hogares que necesitan de esta ayuda.