Desde sus inicios en Cerro Verde, Julia Torreblanca enfrentó el reto de equilibrar su carrera en minería con la maternidad. Su historia refleja la evolución del sector en inclusión y apoyo a la mujer.
La trayectoria profesional de Julia Torreblanca en el sector minero peruano es también una historia de desafíos personales y la búsqueda de un equilibrio entre su vida laboral y familiar. La abogada arequipeña, Torreblanca inició su camino en Cerro Verde hace más de 28 años.
Al recordar sus inicios, Torreblanca comenta: "Cuando yo empecé a trabajar en Cerro Verde tenía casi 28 años menos, soy abogada y en realidad empecé trabajando haciéndome cargo de los contratos que había en Cerro Verde".
Esta labor inicial le permitió "conocer de cerca las operaciones", visitando el campo y aprendiendo sobre los procesos mineros. "Mi oficina estuvo siempre en el asiento minero en la unidad de producción Cerro Verde", recuerda.
Esta inmersión en el trabajo de campo fue fundamental: "Tuve muy buenos mentores que me llevaron al campo para entender cuál era la magnitud de las actividades". Según sus palabras, esto la ayudó a "conocer cómo eran las operaciones y yo realmente me enamoré del trabajo en campo".
La maternidad y el trabajo en la mina
Conciliar su carrera con la maternidad fue un reto importante. "Yo era mamá cuando empecé a trabajar de Cerro Verde. Tenía dos hijas", relata, y la jornada laboral era exigente: "salía 6:30 a. m. de mi casa, regresaba alrededor de las 5:30 a revisar tareas".
Para lograrlo, contó con un valioso apoyo familiar: "he tenido que organizarme mucho. He contado con ayuda muchas veces de mi mamá, de mi esposo, de mis hermanos".
A pesar de los esfuerzos, reconoce el sentimiento de culpa: "Siempre he tenido el sentimiento de culpa que podría haber estado mucho más tiempo con mis hijas, pero no he faltado, más que a una actuación de cada una".
Incluso en viajes de trabajo, buscaba estar presente en los momentos clave: "Muchas veces tomaba el primer vuelo y regresaba en el último vuelo de Lima para lograr acostar a mis hijas".
Con el tiempo, su rol en Cerro Verde creció, asumiendo responsabilidades en diversas áreas. La llegada de su tercera hija fue un momento significativo: "cuando vino mi tercera hija en el año 2022, para mí fue una sorpresa".
En ese entonces, ya lideraba el departamento legal, y su mayor temor fue comunicarlo a su jefe porque pensó que la iban a despedir.
Sin embargo, la respuesta fue positiva, destacando un cambio en la mentalidad empresarial: "Mi jefe me felicitó y dijo que no había problema, que podía contar con el apoyo de la empresa".
Torreblanca reconoce que las mujeres que trabajan hoy en la minería tienen más oportunidades que en sus inicios: "Hoy día tenemos oportunidades distintas y creo que hay un esfuerzo grande, no solamente del Estado, sino de la empresa privada, de promover mejores condiciones para que más mujeres puedan trabajar".
Finalmente, Julia Torreblanca subraya la importancia de la corresponsabilidad familiar: "Para esto es necesario que también las familias nos organicemos y compartamos estas roles y responsabilidades".
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