Para este 2021 Venezuela apunta a elevar la producción a 1'508,000 de barriles de petróleo por día, pero para esto los expertos señalan que se necesitaría de inversiones por más de US$ 10,000 millones anuales.
Hasta fines de 1994 la petrolera estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) era la segunda más importante del mundo con una producción de unos 3 millones de barriles diarios.
Sin embargo, actualmente (hasta el cierre del 2020) se estima que el país solo produce alrededor de 400,000 barriles diarios, niveles de la década de 1930.
Según el ministro de Petróleo, Tarek El Aissami, el desplome del sector se debe al deterioro de los activos, ocasionado por "delincuentes que lograron incrustarse en la industria" petrolera venezolana. Mientras que otros indican que hubo una mala gestión en la empresa con la cual el ex presidente Hugo Chávez desarrolló sus programas sociales.
Pese a esta situación, la la mayoría de expertos indicó a BBC Mundo que el camino de Venezuela para salir de la crisis es reactivar este sector.
Para este 2021 se apunta a elevar la producción a 1'508,000 de barriles de petróleo por día, en una economía donde más del 95% de las divisas provienen de las exportaciones de crudo.
La meta aún es la mitad de lo que el país producía hace dos décadas. Se calcula que si por lo menos se alcanza a esa meta, con el precio actual de referencia de unos US$ 64 el barril, el gobierno podría ingresar cerca de US$ 100 millones diarios.
Sin embargo, un informe del Instituto Baker de la Universidad William Marsh Rice señala que en el corto plazo Venezuela solo podría aumentar su producción de petróleo en Venezuela a 1 millón de barriles diarios.
Dicho estudio estima que recién en una década podrían recuperar un nivel de 2,5 a 3 millones de barriles al día. Para conseguir esto se necesitaría de inversiones por más de US$ 10,000 millones anuales.
Obstáculos
"Venezuela tiene una base gigantesca de recursos petroleros, pero actualmente la situación es tan grave que el gobierno está básicamente quebrado y son ellos quienes manejan PDVSA, que a su vez es el mayor accionario de todas las otras compañías que operan en el país", comentó el experto en política energética latinoamericana, Francisco Monaldi a BBC Mundo.
La petrolera estatal fue declarada en default en el 2017m, por lo que la inversión difícilmente podrá venir de esta empresa, lo que significa que Venezuela dependería de su capacidad para atraer inversión privada.
Monaldi señala que por lo menos la petrolera aún cuenta con buena parte de infraestructura.
"Habría que comenzar por perforar pozos y conectarlos a la red de oleoductos, entre otras cosas, para llevar el petróleo al mercado. Todo eso no requeriría una inversión gigantesca", señala.
Pero, lo difícil sería generar los 3 millones de barriles diarios que se producían en 1998, pues Venezuela se enfrenta a tres obstáculos "gigantescos" para atraer la inversión que se necesita.
El primero es el marco institucional que hace que invertir en Venezuela no sea atractivo, pues obliga a los inversionistas a entregarle el dinero a PDVSA para que sea ella quien opere las empresas mixtas.
Monaldi apunta que el segundo obstáculo es la poca credibilidad con la que cuenta el gobierno venezolano, y el tercero las sanciones impuestas por Estados Unidos, que impiden inversiones de empresas estadounidenses en Venezuela y dificultan las de otras compañías extranjeras.
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