El impulso fue dado en un primer momento por los datos de empleo en julio en EE.UU., que quedaron por encima de los pronósticos de los inversores.
Wall Street cerró hoy sin una tendencia clara en una jornada marcada por la volatilidad y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, acabó con un ascenso del 0,54 % un día después de haber marcado su mayor retroceso desde diciembre de 2008.
Pero los otros dos principales índices del parqué neoyorquino no emularon la tendencia del Dow Jones: El selectivo S&P 500 descendió el 0,06 % (-0,69 puntos) y el índice compuesto del mercado Nasdaq bajó 0,94 % (-23,98 puntos)
Con esa falta de dirección terminó finalmente Wall Street, que se debatió durante toda la jornada entre los avances y los retrocesos animado en un primer momento por los datos de empleo en julio en EE.UU., que quedaron por encima de los pronósticos de los inversores, y arrastrado después por los rumores que aseguraban que Standard & Poors rebajaría hoy la calificación de Estados Unidos.
También fueron rumores los que hacia el ecuador de la jornada volvieron a despertar el ánimo comprador de los inversores, que en este caso apuntaban a que el Banco Central Europeo (BCE) estaría dispuesto a comprar bonos españoles e italianos a cambio de que estos países se comprometieran a mayores medidas de ajuste.
Lo que sí se confirmó finalmente fue que Italia acometerá nuevas reformas económicas que han sido consensuadas con otros líderes de la Unión Europea (UE), lo que apoyó las compras en la media sesión neoyorquina.
Pero el fantasma del jueves, cuando los tres mayores índices de Wall Street cayeron por encima de los cuatro puntos porcentuales, no se desvaneció y finalmente el parqué neoyorquino terminó dividido entre ganancias y pérdidas.
EFE
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