Para completar el proceso de etiquetado de eficiencia energética se necesitará laboratorios e instituciones de certificación, lo que significa nuevas oportunidades de trabajo.
El camino que sigue el Perú para implementar adecuadamente el proceso de etiquetado de eficiencia energética, crea la necesidad de abrir laboratorios, instituciones de certificación y oficinas evaluadoras de conformidad. Esto significa una expansión del mercado laboral, una nueva entrada para la economía nacional y un impulso para el desarrollo de la ciencia y tecnología.
Juan Olazábal, coordinador del Proyecto de Normas y Etiquetado de Eficiencia Energética del Ministerio de Energía y Minas (MEM), explica que el Instituto Nacional de la Calidad (Inacal) será el encargado de acreditar a las entidades y laboratorios que aspiren a ser certificadores.
Como se prevé que no las certificadoras no estarán implementadas aún cuando se establezca la obligatoriedad de la etiqueta, Inacal deberá establecer un protocolo para validar los resultados de productos importados. Esta validación estará vigente hasta que contamos con los laboratorios de verificación.
Olazábal adelanta que aún se están estableciendo los parámetros de funcionamiento e implementación de los laboratorios, pues los procesos, la infraestructura y equipamiento de los verificadores es distinto para cada producto a evaluar.
Se abre así un nuevo campo laborar para físicos e ingenieros. Estén atentos.
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