A través de una carta, los economistas dicen que la evasión fiscal debilita sobre todo a los países pobres y piden a los líderes mundiales "poner fin a la era de los paraísos fiscales".
Más de 300 economistas de 30 países han remitido una carta a los líderes mundiales advirtiéndoles de que no existe argumento económico que justifique la continuidad de los paraísos fiscales y urgiéndoles a tomar medidas significativas para poner fin a estas maniobras financieras en el marco de la Cumbre Mundial Anticorrupción que se celebrará este jueves en Londres (Reino Unido).
¿Quiénes firman la carta? Entre los economistas que han firmado se incluyen Thomas Piketty, autor del exitoso "El capital en el Siglo XXI", Angus Deaton, actual premio Nobel de Economía, y Nora Lustig, profesora de Economía Latinoamericana de la Universidad Tulane, así como influyentes expertos y asesores políticos como Jeff Sachs, director del Earth Institute de la Universidad de Columbia y asesor del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y Olivier Blanchard, anterior economista jefe del FMI.
Distorsionan el funcionamiento de la economía global. El grupo de economistas coincide en que "los paraísos fiscales, que permiten ocultar activos mediante empresas pantalla o trasladar los beneficios de empresas que no operan en su territorio, distorsionan el funcionamiento de la economía global".
"Ocultando actividades ilícitas y posibilitando a personas ricas y grandes multinacionales operar bajo normas diferentes, los paraísos fiscales amenazan el Estado de derecho, un componente esencial para el éxito económico", se lee en la misiva.
Los paraísos fiscales contribuyen a "agravar la desigualdad". Los expertos consideran además que estas jurisdicciones fiscales no aportan ningún valor al bienestar o a la riqueza global, "puesto que carecen de un propósito económico útil", aunque "benefician" a ciertas personas ricas y empresas multinacionales, lo que contribuye a "agravar la desigualdad".
"Tal y como han revelado los papeles de Panamá y otros documentos filtrados, la opacidad que rodea a los paraísos fiscales alimenta la corrupción y socava la capacidad de los países para recaudar los impuestos que les corresponden. Aunque la evasión y elusión fiscal perjudica a todos los países, en proporción, los países pobres –que cada año pierden cerca de 170.000 millones de dólares en ingresos fiscales como consecuencia de estas prácticas– son los más perjudicados", señala el grupo de economista.
"Poner fin a los paraísos fiscales no será una tarea fácil". Para solventar esta situación, los economistas hacen un llamamiento a los gobiernos para que acuerden nuevas normativas internacionales que obliguen a las empresas a publicar informes "de acceso público" sobre sus actividades en cada uno de los países en los que operan, y garantizar que todos los territorios creen registros públicos de los propietarios efectivos de todas las empresas y fondos.
"Poner fin a los paraísos fiscales no será una tarea fácil, puesto que existen poderosos intereses que se benefician de la actual statu quo", admiten en la carta.
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