Para la pequeña de tres años es imposible entender a dónde se fue la que iba a ser su nueva madre.
En estos días no hay nada que logre calmar el llanto de Mercy James, la niña africana que iba a ser adoptada por Madonna antes que las autoridades de Malawi decidieran rechazar su pedido.
La noche del sábado, tras pasar una semana juntas, ambas se despidieron entre sollozos, sin comprender por qué la justicia las separaba nuevamente.
"¿Dónde está mi mami?" preguntaba la niña de tres años, mientras la reina pop partía en un avión privado junto a sus hijos Lourdes, Rocco y David (adoptado anteriormente en Malawi).
Madonna, de 50 años, lucía desconsolada y tuvo que ser recibida por su ex esposo Guy Ritchie al llegar al aeropuerto de Londres.
De otro lado, los directivos del orfanato de Kondanani informaron que todo había sido un duro golpe para la pequeña.
"Es devastador para Mercy. Ella logró una buena conexión con su nueva familia y se dirigía a Madonna como a su madre. Me rompió el corazón verla llorar", comentó Annie Chikhwaza, responsable del cuidado de la menor.
Una fuente del lodge donde se alojó la familia contó también que la reina del pop pasó más de una hora hablando con la niña antes de llevarla de retorno al albergue. "Madonna estaba gateando con ella, haciéndola reír. Podías ver cuán decepcionada estaba al partir"
Pese al dolor, la cantante no se da por vencida y ha dicho que hará lo necesario para adoptar a Mercy, incluso mudarse por un tiempo a Malawi para obtener la residencia.
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