La actriz de La sustancia (2024) reveló cómo los años 90 la llevaron a obsesionarse con su físico, y cómo hoy vive una relación más sana con su cuerpo.
Durante los años más intensos de su carrera, Demi Moore sintió que debía someter su cuerpo a exigencias extremas para mantenerse en forma y cumplir con los estándares de belleza de Hollywood. En una entrevista con People, la actriz de clásicos como Ghost, la sombra del amor (1990) y Propuesta indecente (1993), reflexiona sobre el costo físico y emocional que eso implicó.
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“Era muy dura y tenía una relación mucho más antagónica con mi cuerpo. Y siendo sincera, en realidad solo me estaba castigando. Tenía ese deseo de dominar mi cuerpo”, dice Moore. “Ahora, en cambio, tengo una relación mucho más relajada, intuitiva, relajada y de confianza con él”.
En su afán por verse perfecta, Demi llegó a hacer cosas que hoy reconoce como insostenibles: “Sí, me torturé. Hacía locuras como ir en bicicleta desde Malibú hasta Paramount —unos 42 kilómetros— antes de trabajar todo el día, mientras cuidaba de una bebé recién nacida. Todo porque valoraba demasiado mi apariencia”.
El momento en que dijo basta
Después de grabar Hasta el límite (1997), la actriz —madre de Rumer, Scout y Tallulah, junto a Bruce Willis— sintió la necesidad de reconectar con su cuerpo: “Pedí volver a mi talla natural porque ya no sabía cuál era. Había pasado por embarazos, dietas, ejercicio, control y cambio. Así que simplemente solté".
Ese momento de rendirse al control marcó un antes y un después: “Dejé de tratar de dominar lo que comía y aprendí a aceptar mi cuerpo como es, aunque no se vea como yo quisiera. Realmente solté”.

Demi Moore protagoniza 'La sustancia', una película satírica de terror dirigida, producida y escrita por Coralie Fargeat.Fuente: MUBI
¿Cómo envejecer sin miedo?
Hoy, Demi Moore confía más en su cuerpo y en lo que le comunica: “Escucho a mi cuerpo y tengo mucho menos miedo. Cuando era más joven, sentía que mi cuerpo me traicionaba. Así que trataba de controlarlo. Pero ahora no funciono desde ese lugar”.
Eso no significa que no tenga días difíciles: “Claro que a veces me miro al espejo y pienso: ‘Me estoy viendo vieja’ o ‘Se me cae la cara’. Pero puedo aceptar que ese es el lugar donde estoy hoy, y sé que eso no define mi valor ni quién soy”.
Sobre el paso del tiempo y envejecer en Hollywood, Moore lo tiene claro: “Se trata de aceptar quiénes somos, en el momento en que estamos. Tengo una enorme gratitud por todo lo que mi cuerpo ha hecho por mí. Gestar a tres seres humanos y que, en general, tenga una salud increíble”.
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