Actualmente, El corazón de lobo se proyecta en 70 salas de cine en Lima y provincias, donde ha tenido gran acogida en sus primeras funciones.
El cineasta peruano Francisco Lombardi acaba de estrenar su largometraje número 19, El corazón de lobo, una película que retoma el tema de la violencia y el terror en el Perú, esta vez desde la mirada de las comunidades asháninkas que sufrieron la amenaza de Sendero Luminoso en la Selva Central.
Inspirada en el libro El miedo de lobo de Carlos Enrique Freire, la cinta narra la historia de un niño asháninka secuestrado por el grupo terrorista.
Para Lombardi, este proyecto surge como una manera de complementar lo iniciado en 1988 con la película La boca del lobo.
"En realidad, empieza con mi necesidad de saldar un poco una deuda que yo tenía conmigo mismo. Yo había hecho La boca del lobo hace mucho tiempo, una película que está, digamos, vista desde el punto de vista de los uniformados, y me parecía que era una visión un poco parcial de un tema que es tan importante, tan gravitante en la vida nacional, como ha sido toda esa etapa de violencia. Yo creo que hay muchas historias por contar, pero yo quería acercarme un poco al otro lado, ver un poco cómo era Sendero Luminoso, y estuve durante años buscando una historia que me llevara a entrar a ese mundo un poco desconocido de lo que era Sendero, hasta que me encontré con el libro de Carlos Enrique Freire", explicó en entrevista con RPP.
Nuevos talentos
Más allá del tema histórico en la película, Francisco Lombardi también considera importante el descubrimiento de nuevos talentos. Al respecto, recordó lo que hizo durante el casting de La ciudad y los perros, donde trabajó con jóvenes estudiantes que luego se convirtieron en reconocidos actores.
"A mí me gustaría que pasara un poco con esta película lo que pasó con La ciudad y los perros. Cuando yo hice La ciudad y los perros, convoqué a un grupo de chicos o jovencitos que eran estudiantes, y ahí tienes a Miguel Iza, a Toño Vega y tantos actores que después fueron actores importantes. En este caso, yo necesitaba hacer una película que mostrara rostros nuevos, porque estamos entrando al mundo desconocido de Sendero, y si yo trabajaba con actores conocidos, inmediatamente eso nos podía remitir, digamos, a determinados personajes que hubieran hecho en algún momento en el teatro o en la televisión", explicó.
Así fue como se conformó un elenco fresco, liderado por Víctor Acurio, a quien Lombardi describe como "un actor absolutamente natural y con un talento tremendo" y por el pequeño Jared Vicente Sánchez, cuya interpretación, según el director, transmite una fuerza única.
"Fue interesante, porque la empresa de casting que nos ayudó con este tema. Nos hizo una oferta increíble con la gran cantidad de actores jóvenes poco conocidos que no han tenido oportunidades y que tienen un tremendo talento. Yo conocí al protagonista, a Víctor Acurio, porque ya había tenido una película en su haber. Es un actor absolutamente natural; recién está en sus clases de actuación y tiene un talento tremendo", mencionó.
"También trabajé con un niño. Uno siempre tiene un poco de temor de trabajar con niños, y en las películas suele traerte dificultades, pero me encontré con este chiquito que se llama Jared Vicente Sánchez, extraordinario, con una mirada que te expresa tanto... He tenido mucha suerte en ese sentido... Creo que uno de los valores más importantes de la película es la actuación", precisó.
Actualmente, El corazón de lobo se proyecta en 70 salas de cine en Lima y provincias, donde ha tenido gran acogida en sus primeras funciones.