El rapero se compromete de lleno con todas las formas de arte.
Kanye West es uno de los personajes más osados y controversiales de la industria del entretenimiento actualmente, y por ello debemos acostumbrarnos a verlo más a menudo en toda clase de proyectos artísticos. Y es que aunque su mayor enfoque está dirigido hacia su música, y Taylor Swift aparentemente, el esposo de Kim Kardashian también tiene una estrecha relación con el mundo de la moda.
El intérprete de Famous tampoco es tímido cuando de estilo se trata, y si no nos creen nada más denle un pequeño vistazo a las extrañas piezas que han conformado su línea de ropa Yeezy, o a sus costosísimas zapatillas deportivas lanzadas en colaboración con Adidas.
Debido a todo esto, no es sorpresa que ahora Kanye sea el protagonista de la nueva campaña de Otoño 2016 de Balmain, cuyo director creativo, Olivier Rousteing, es un fiel integrante del squad Kardashian-Jenner.
En el pasado Kendall Jenner, Kylie Jenner, Kim Kardashian e incluso Kris Jenner han sido el centro de atención de los trabajos de Rousteing, quien esta vez decidió usar la imagen de West en compañía de la modelo Joan Smalls.
La nueva campaña de Balmain se muestra bastante dramática, con tonos en blanco y negro súper saturados, donde Kanye incluso se dejó caer al suelo en el nombre de la moda.
"La música encuentra a la moda", escribió Rousteing en un adelanto de la campaña que presentó en su propia cuanta de Instagram.
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