La recordada actriz de "Al fondo hay sitio" contó que un actor conocido por participar en exitosas series peruanas intentó subirla a su carro a la fuerza. También la vigilaba y le enviaba mensajes cuando iba por la calle.
Muchos recuerdan a Kukuli Morante por su personaje Gladys Rengifo en la popular serie de televisión “Al fondo hay sitio”. Hoy en día, la actriz dicta talleres de actuación para niños y adultos.
Sin embargo, una faceta que poco se conoce sobre Morante es su preocupación por los problemas sociales, en especial, su inquietud por una situación que aqueja a diario a las peruanas: la violencia hacia la mujer. Quizás, esto responde a que la actriz sufrió, cuando tenía 21 años, una experiencia de acoso sexual que recuerda con temor hasta hoy.
En esa época, Kukuli conoció a un reconocido actor peruano y decidió participar en una obra de teatro en la que él también actuaba. La pesadilla empezó.
Kukuli Morante afirma que durante los ensayos de la obra se empezó a sentir incómoda, pues este actor mostraba una actitud distinta hacia ella. “En cada ensayo de la obra hacía que me siente a su costado. Yo no tenía idea de sus intenciones pero, poco a poco, se iban destapando, hasta que me confesó, grotescamente, que estaba interesado en mí. Lo hizo de una manera bien agresiva, con los ojos desorbitados, de una persona que no es normal”, cuenta.
Fue así que la actriz decidió renunciar a la obra. “Dije 'aquí no puedo estar, renucio'. Por más que tenía la intención y estaba trabajando con un grupo de actores, ellos veían como me trataba él y no decían nada”, revela.
LA PESADILLA
Retirarse de la obra de teatro en la que venía trabajando no fue suficiente, pues Kukuli Morante asegura que este personaje no dejó de hostigarla. Según revela, le escribía mensajes constantemente y la seguía. “He tenido un maniático que me escribía todo el día, me seguía, me decía cómo iba vestida cuando iba caminando por la calle”, cuenta. Con temor, decidió relatarle lo que estaba sucediendo a sus mejores amigas, quienes le dijeron que lo ignorara, que así él desistiría. Estaban equivocadas.
“Un día estaba en el instituto donde estudiaba inglés y él me mandó un mensaje cuando estaba ahí. Apareció hasta en la ventana de mi salón y me dijo que me recogería y me llevaría a mi casa. Yo me asusté y le mandé un mensaje a un amigo que es fisicoculturista, para que viniera a defenderme”.
Kukulí afirma que, cuando salió del centro de idiomas ubicado en Miraflores, el hombre se encontraba esperándola afuera con su camioneta. Tras insistirle varias veces que se fuera con él y ante la negativa de ella, la actriz asegura que intentó introducirla a la fuerza dentro de su vehículo. En ese momento llegó el amigo de la actriz, quien pudo librarla de esa situación. “Mi amigo apareció cuando ya me estaba jaloneando. Luego me enteré de que lo que había hecho conmigo lo hacía con varias actrices, las acosaba y ninguna lo había denunciado", afirma.
LA DENUNCIA
La actriz no dejó que lo sucedido pasara por alto: decidió acercarse a la comisaría y poner una denuncia en contra del actor. Sin embargo, cuando se encontraba en dicho lugar, la policía le hizo ver que le había dado un nombre falso y que el número de teléfono del que la hostigaba tampoco le pertenecía. “No había forma de identificarlo. No habían suficientes pruebas y no pude denunciarlo”, cuenta Kukuli.
No obstante, intentó advertirle a otras artistas del medio sobre esta persona. Revela que el actor se enteró y quiso amenazarla. “Le advertí a algunas amigas que tuvieran cuidado. Él se enteró y me dijo que no esté hablando y mintiendo. Me amenazó porque las chicas se lo contaron”, dice.
“NO TENGAS MIEDO”
La actriz sabe que cualquier acto de violencia, ya sea acoso sexual, violencia física o psicológica, no debe quedar impune. Por eso, insta a las jóvenes a alzar su voz. “El miedo es natural, lo sentimos todo el tiempo, pero si tienes una amistad, tu familia o alguien en que tú puedas confiar, le puedas contar y te ayuden a que no vayas sola hazlo”, comenta.
A pesar de que recalca que es difícil tomar la iniciativa, pues existen jueces corruptos, asegura que, como mujer, una debe tener el derecho a defenderse. “Una piensa ¿cómo te mirarán? ¿Qué pasará? ¿Te juzgarán? Porque a la mujer que denuncia antes le decían ‘seguro algo habrá hecho’: esa era la justificación machista que teníamos en este país. Pero las cosas están cambiando: ve, habla, no tengas miedo, búscate una amistad cercana. Incluso el Ministerio de la Mujer tiene la línea 100, ellos están prestos a escucharte y tienen a personas capacitadas”, sugirió.
Morante es consciente de la importancia de denunciar. Afirma que, a través de nuestra voz, podemos evitar muertes. “La persona que te ha hecho daño a ti hoy, le puede hacer daño a alguien más. Quién sabe si con tu testimonio estamos evitando una muerta o un maltrato más. No te calles”, dijo.
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