La estrella de pop se pronunció sobre los problemas de identidad que debió padecer antes del inicio de su carrera y durante la misma en la década de 1990.
En 1990, el nombre de Mariah Carey irrumpió en la escena musical estadounidense con tal fuerza que aquel mismo año su disco debut, de título homónimo, ocupó el primer lugar en la lista Billboard 200. Un éxito rotundo, por donde se le vea.
Sin embargo, para la estrella pop, este inicio auspicioso se dio luego de atravesar por problemas de racismo y machismo. Así lo reveló este 12 de enero en un adelanto del podcast conducido por el músico Questlove, donde además se refirió a su libro de memorias “The meaning of Mariah Carey”.
“Cuando la gente dentro de unos años cuente mi historia, ojalá que suceda, tendrá que usar ese libro como modelo”, dijo al respecto. Y explicó que, aunque cada quien tenga su opinión sobre ciertos asuntos, su intención, al publicar esa autobiografía, era contar sus orígenes.
“Lo que quería era contar mi historia real, que no comienza con ‘Vision of Love’ en 1990. No, no empieza con eso. Empieza [conmigo] coloreando el crayón ‘incorrecto’ con un crayón marrón para mi padre, así que todos se asustaron”, indicó la cantante.
“Empieza con ‘No entiendo mi cabello, porque soy [medio negra]”, continuó Carey. “Comienza con todos estos problemas de identidad, estos problemas raciales, estas luchas. Luego pasa a los problemas del control”, agregó.
LIDIAR CON UNA INDUSTRIA MASCULINA
Que Mariah Carey haya tenido un éxito mayúsculo desde el inicio de su trayectoria no evitó que lidiara con dificultades de otra índole. Tal y como confesó, las crisis de identidad de su infancia resurgieron de algún modo cuando empezó a formarse un nombre en la industria de la música.
“Hay una cosa en la que hay un tema constante [con] ser una mujer en una industria dominada por los hombres. Entonces [yo era] una mujer de color con toda esta ambigüedad y [tenía] gente decidiendo cómo me van a comercializar [en ese momento]”, relató.
Antes de que su libro se publicara en septiembre de 2020, Carey indicó a sus seguidores que este título era un “viaje improbable e inspirador de supervivencia y resiliencia”, que buscaba documentar sus batallas en relación a “la raza, la identidad, la clase, la infancia y el trauma familiar”.
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