Los partidos de la Selección de Italia que los llevaron a ser campeones del Mundial Alemania 2006 fueron retransmitidos durante el fin de semana mientras los ciudadanos se encuentran en cuarentena por el coronavirus.
Los campeones del mundo de Italia en 2006 consolaron este fin de semana a sus compatritoas con los recuerdos del camino hacia esa Copa del Mundo, la cuarta de la historia de la selección "azzurra", durante este período en el que los ciudadanos se encuentran aislados a causa de la emergencia por el coronavirus.
Italia ha sido sacudida en las últimas semanas con más de mil 400 muertos y más de 21 mil contagiados por el brote del coronavirus y el Gobierno ordenó a los ciudadanos quedarse en sus casas, a no ser por importantes razones de trabajo o salud, hasta al menos el 25 de marzo para intentar limitar los contagios. Con las calles desiertas y todos los negocios cerrados, excepto supermercados o farmacias, la televisión italiana Sky Sport volvió a retransmitir todos los partidos que llevaron a Italia hacia la final mundialista ganada el 9 de julio de 2006 en Berlín contra Francia.
Si hay algo que une a Italia eso es la selección 'azzurra', capaz de anular las rivalidades entre ciudades y regiones, además de los clubes deportivos, y de fomentar el espíritu patriótico del país. Y aún más esa selección, que conquistó el Mundial Alemania 2006 en uno de los momentos más bajos de la historia deportiva del país, con el escándalo de fraude deportivo denominado 'Calciopoli'.
Y muchos protagonistas de ese triunfo, el cuarto para Italia tras 1934, 1938 y 1982, compartieron en sus redes sociales unos vídeos en los que evocan esos recuerdos. "Esta mañana me levanté, encendí la televisión y volví a ver todos los partidos. Volví a vivir esas emociones y volví a ver a mis jugadores. Ojalá que esos chicos, que en esa aventura demostraron unidad y determinación, vuelvan a ser un ejemplo para Italia para superar esta gran batalla contra un enemigo invisible", afirmó el seleccionador campeón del mundo Marcello Lippi.
Pasaban las imágenes del penalti marcado por Francesco Totti en el último minuto de octavos de final contra Australia o del gol decisivo de Fabio Grosso en el minuto 120 de la semifinal contra Alemania en Dortmund, donde el seleccionado teutón estaba invicto, hasta llegar a la final del Olympiastadion de Berlín, decidida en los penaltis contra la Francia de Zinedine Zidane, y llegaban los comentarios de quienes vivieron esa hazaña desde el campo. "Es ahora cuando debemos demostrar que somos extraordinarios, seamos equipos y saquemos el orgullo", aseguró Gianluca Zambrotta, exjugador de Juventus y Barcelona, y lateral derecho titular de esa selección.
También comentó esas imágenes un protagonista en ese momento inesperado, el centrocampista entonces romanista Simone Perrotta, quien tiene en su casa, al lado de la televisión, una vitrina con su camiseta, la medalla y una réplica de la Copa del Mundo que levantó en Alemania. "Vuelvo a ver un partido histórico, el Italia vs. Alemania (semifinal), y de vez en cuando miro mi vitrina para ver si es verdad que hemos ganado nosotros", afirmó Perrotta en su vídeo publicado en Instagram.
Y es que, en los largos días que hay que estar en casa sin poder salir, las imágenes de los triunfos pasados son un consuelo para Italia, que volvió a descubrir su orgullo nacional. Imágenes de éxitos que se integran además con los cánticos espontáneos que se oyen cada día a las 18.00 horas, cuando los vecinos de los barrios entonan el himno nacional de Mameli para infundir cercanía y coraje a los que lo escuchen. EFE
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