Parece que Carmen Garrobo confía más en el éxito de los blancos peruanos que los propios sommeliers de los distintos restaurantes de Lima, basta con ver la carta de vinos de algunos donde abunda en su mayoría los chilenos y argentinos. Le gustó el Intipalka de Queirolo.
Para ella no es nada difícil buscar un maridaje perfecto. Carmen Garrobo, directora de la Escuela Española de Cata, afirma que hacer maridaje con cebiche no es cosa de otro mundo, claro está sin demasiado picor, - “le tiene terror”-, aunque se haya casado con un periodista peruano y producto de ese fruto de amor tenga varios hijos.
Tuvo un restaurante español en Madrid, que ha contribuido a su desarrollo gustativo y su elección por los buenos vinos del mundo. Cocina muy bien, prepara con esmero el lomo saltado, y se muere por la causa con pulpa de cangrejo.
Parece que Carmen confía más en el éxito de los blancos peruanos que los propios sommeliers de los distintos restaurantes de Lima, basta con ver la carta de vinos de algunos donde abunda en su mayoría los chilenos y argentinos. Le gustó el Intipalka de Queirolo.
Otra cosa que dejó en claro es que la Italia que tenemos para hacer el Pisco no es la Moscatel Alejandría, si bien nace de una cepa madre, son cosas distintas. Dijo que en España hay una variedad de “moscatel” de las cuales por mutación nacieron la albilla y torontel que se utilizan para hacer “aromáticos”.
A su elección los mejores vinos del mundo son aquellos que vienen de la zona de Rhodan (Francia). Carmen Garrobo, realizó hace unos días una cata de vinos del “viejos mundo” en la Escuela Peruana de Sommeliers. El que se llevó todos los aplausos fue el Chateauneuf du Pape Rhodan 2009 (syrah), muy complejo con notas a aceituna negra y voleta, y Carmelo Rodero (crianza) 2008 de Ribera del Duero con reposo de 15 meses en barrica francesa, proveniente de viñedos de más de 30 años.
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