Evidencias científicas demuestran que la alimentación óptima de un niño no solo está relacionada con qué se le da de comer, sino también con el cómo, dónde y con quién come el bebé.
“La manera en que se da de comer al niño influirá no solo en su peso y talla, sino también en su desarrollo psicosocial. No es lo mismo alimentar a un niño con afecto y atención que dejarlo comiendo solo o con elementos distractores como la televisión” sostuvo la médico pediatra Sarah María Vega.
Según la especialista, existen dos principios claves que la madre o cuidadora deben tener en cuenta antes de alimentar al niño y son: Disposición y paciencia.
“Si uno no tiene paciencia y deja al niño que coma lo que quiere, su ingesta de nutrientes se verá afectada y por lo tanto no va a crecer adecuadamente, por eso al momento de alimentarlo, la disposición y atención de la madre o cuidadora debe ser exclusiva para el bebé” señaló.
¿Cuál sería la mejor forma de alimentar al niño o niña?
• Evitar distracciones al momento de la comida
• Mirar al niño o niña a los ojos
• Prestar atención a sus movimientos y gestos
• Animarlo a comer con afecto o a manera de juego, sin gritarle ni forzarlo y probar los alimentos antes, para asegurarnos que sean agradables.
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