Algunos fieles rezan de rodillas y otros lo hacen en silencio. Gran espectativa en el Vaticano.
Ni la fuerte lluvia, ni el frío de Roma, pueden impedir que miles de católicos se concentren en la plaza San Pedro y esperen con incertidumbre el final del cónclave y el anuncio del sucesor de Benedicto XVI.
Poco a poco van apareciendo en San Pedro fieles de todas partes del mundo que llegan a la plaza para rezar, algunos fieles de rodillas y otros lo hacen de pie y en silencio.
También hay curiosos y cámaras de televisión alrededor. Ahora todos los ojos estarán puestos en el color del humo de la chimenea de la Capilla Sixtina, del que dependerá el destino del catolicismo.
Comparte esta noticia