Juan Pablo II, fallecido en abril de 2005, fue proclamado beato tras el reconocimiento de un milagro en una monja, pero para su canonización faltaba un segundo milagro.
Juan Pablo II será canonizado este 27 de abril en el Vaticano, pero en una pequeña ciudad de Costa Rica vive una mujer que cuenta las horas para llegar hasta la santa sede y contar cómo fue que Karol Wojtyla le pidió levantarse de su cama donde solo esperaba la muerte.
Floribeth Mora vive en Dulce Nombre, Costa Rica, justo en el mismo lugar donde vio la imagen del santo padre que le dijo "¡Levántate, no tengas miedo!".
En abril de 2011, los doctores le diagnosticaron un aneurisma fusiforme en la zona derecha del cerebro: "Mi lado izquierdo se fue paralizando, no podía mover las manos, ni tomar una cuchara o un vaso, todo se me caía".
Tras varios exámenes, los médicos determinaron que no había nada por hacer y fue enviada a su casa a esperar la muerte.
Postrada, el 1 de mayo de 2011, siguió por televisión la beatificación del papa polaco. "A las ocho de la mañana del día siguiente escuché esa voz en mi cuarto que me decía: ¡Levántate. No tengas miedo!", relata.
(DIEZ PENSAMIENTOS CÉLEBRES DEL PAPA JUAN PABLO II)
Hoy, la visitan personas de todo el mundo en medio de un enorme retrato del papa, rodeado de velas y flores.
Junto a la imagen de una Virgen y copias de pruebas médicas, está ya en altar en el portal de la vivienda por "agradecimiento", dice Floribeth, quien llevará las reliquias del nuevo santo a la canonización el 27 de abril.
Su devoción nació cuando el "papa viajero", visitó Costa Rica en 1983, cuando tenía 19 años, "Fue allí que impactó mi vida y fue a quien recurrí en los momentos más graves de mi enfermedad para que intercediera por mí ante Dios".
Juan Pablo II, fallecido en abril de 2005, fue proclamado beato tras el reconocimiento de un milagro en una monja francesa, pero para su canonización faltaba un segundo milagro.
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