Hay diferentes formas de constituir una empresa, según las actividades y la cantidad de socios. Cada una tiene un tratamiento tributario distinto.
Al momento de constituir tu negocio o empresa, puedes optar por inscribirte como persona natural o jurídica. Si eliges constituir tu negocio como persona jurídica, debes escoger una de estas cuatro formas:
1. Empresa Individual de Responsabilidad Limitada (E.I.R.L.) Está constituida por una sola persona. En este caso figuras como dueño y gerente de la empresa, y como el único aportante de dinero y bienes muebles e inmuebles.
2. Sociedad Comercial de Responsabilidad Limitada (S.R.L.) Tiene entre dos y 20 socios. La S.R.L. suele usarse cuando se trata de negocios pequeños y familiares. La participación de cada socio está definida por el porcentaje de capital que cada uno pone, y esto debes especificarlo al inscribir tu empresa en Registros Públicos.
3. Sociedad Anónima Cerrada (S.A.C.) También puede tener entre dos y 20 accionistas. Sin embargo, aquí debes establecer dos órganos empresariales: Junta General de Accionistas y Gerencia. Opcionalmente puedes establecer un Directorio. El capital se define por los aportes de dinero o bienes de cada socio, en base a ello determinarás la distribución de las acciones de la empresa. Recuerda que las acciones debes llevarlas en el Registro de Matrícula de Acciones. Puedes usar esta denominación si tu negocio es pequeño, familiar o mediano.
4. Sociedad Anónima (S.A.) Debe tener un mínimo de dos accionistas sin un máximo estipulado, pero esta figura suele usarse para negocios con grandes inversiones de parte de los socios. La división de acciones se define de la misma forma que las S.A.C., y también debes inscribir tus acciones en el Registro Público del Mercado de Valores. Aquí sí es obligatorio que establezcas la Junta General de Accionistas, la Gerencia y el Directorio.
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