A partir del año, los niños ya pueden comer de la olla familiar, su estómago ha madurado y es más grande por lo que pueden comer cinco veces al día.
Asimismo han desarrollado otras habilidades motoras, ya pueden desplazarse gateando o caminando. Todo ello demanda mayor desgaste de energía por lo que su alimentación debe ser adecuada.
“A partir del año los niños necesitan macronutrientes como proteínas, carbohidratos, grasas, pero también micronutrientes que se encuentran en las vitaminas y minerales, que debe recibir de los alimentos a lo largo del día” afirmo Marilú Chiang, médico pediatra de la organización Prisma.
Pero también es la etapa donde el niño empieza a definir qué le gusta, por lo que los padres deben armarse de mucha paciencia y afecto para lograr que sus hijos puedan comer alimentos variados para favorecer su nutrición.
“Para introducir un nuevo alimento en la dieta del niño se recomienda que sea el primero en su plato aprovechando que está con hambre, si lo rechaza hay que insistir al día siguiente, poco a poco hasta que lo acepte”.
¿Es recomendable darle suplementos vitamínicos?
“Si el niño tiene una alimentación balanceada con cereales, tubérculos, carnes, huevos, lácteos, frutas, verduras y grasas, no necesita de los suplementos vitamínicos, aunque el único que se recomienda es el hierro, debido al alto índice de anemia en niños pequeños que tiene el país”.
Otro aspecto que cambia a esta edad es la consistencia en que le damos los alimentos, ya no deben ser licuados o triturados con el tenedor, los padres o la persona que cuida al niño debe ir dándole en trocitos pequeños para ayudar a que mastique.
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