A partir de los seis meses, los niños necesitan en su alimentación mayores nutrientes que debes incorporar a manera de purés; y continuar también con la leche materna.
A partir del año de edad, los niños tienen mayor facilidad para moverse, por ello en esta etapa es probable que alguno de ellos prefiera jugar a estar comiendo.
De todas las etapas de la alimentación, probablemente la lactancia y las primeras papillas del bebe sean las más demandantes de atención, cuidado y dedicación.
La alimentación complementaria es aquella que se brinda al niño entre los 6 y 24 meses de vida, como un complemento, no como reemplazo, de la lactancia materna.
Los niños que tienen un año o más han logrado desarrollar su aparato digestivo y están preparados para digerir la mayor parte de los alimentos de la olla familiar.
A los seis meses el niño tiene más necesidades nutricionales que la leche materna no llega a cubrir, por ello debe ser complementada con otros alimentos.
Puedes elegir alimentos según el hábito familiar, lo importante es que haya uno de cada grupo de alimentos como carnes, cereales, verduras, grasa vegetal y fruta.
Los hábitos alimenticios se fijan alrededor de los 5 años por eso la importancia de enseñar a nuestros hijos a comer saludable desde los 6 meses, edad en que se inicia la alimentación complementaria.
Si su niño ya tiene seis meses ya está preparado para recibir alimentos diferentes a la leche materna, estos deben ser en pequeñas cantidades y de consistencia espesa. Es importante que los niños empiecen a consumir papillas, pues a esta edad están más propensos a sufrir de anemia.
Los niños deben cubrir sus requerimientos nutricionales diariamente para crecer y desarrollar adecuadamente, sin embargo los menores de cinco años tienen poca capacidad gástrica y por eso comen poco.
A partir de los 6 meses de edad los niños demandan más hierro y deben consumir alimentos de origen animal para combatir la anemia que es tan común en nuestro país.
Es importante que los niños a partir de los seis meses de edad empiecen a consumir papillas, pues a esta edad los niños están más propensos a sufrir de anemia.
Aunque muchos padres piensen lo contrario, la comida de media tarde es la encargada de darles la energía suficiente a los niños para realizar actividades extras.