La cafeína no afectaría el sueño del bebé solo porque a su madre le gusta tomar una o dos tazas de café por día, según un estudio publicado en la revista Pediatrics.
Un estudio recientemente publicado en la revista “Pediatrics”, realizado en Brasil, concluye que el sueño del bebé no se vería dañado sólo porque a su madre le gusta tomar una o dos tazas de café por día.
Durante años las investigaciones han llegado a resultados variados sobre si el consumo de cafeína en el embarazo estaba relacionado con un aumento del riesgo de aborto espontáneo o nacimiento prematuro, aunque estudios más recientes no han logrado demostrar ese mayor peligro.
Respecto al efecto sobre el sueño del bebé no se sabía mucho sobre si la ingesta de cafeína durante el embarazo o la lactancia podría perjudicarlo:
• El 20% de las participantes fueron consideradas consumidoras de cantidades elevadas, con al menos 300 miligramos diarios. Apenas algo más del 14% informó ingesta elevada de cafeína durante los tres meses posteriores al parto. Aproximadamente 200 mg es la cantidad de una taza de café promedio.
• En general, los investigadores no hallaron relación clara entre el consumo de cafeína y las probabilidades de que los bebés tuvieran “problemas de sueño”, lo cual por otro lado puede ser bastante relativo.
• Casi el 15% de las mamás dijeron que sus hijos de tres meses se despertaban más de tres veces por noche, lo que fue considerado “frecuente”. Pero las posibilidades no fueron estadísticamente mayores entre las consumidoras de altas cantidades de cafeína.
La cafeína consumida por la madre aparece rápidamente en la leche materna, obteniéndose el pico de concentración a la hora u hora y media después de su ingestión.
Si está dando de lactar, lo recomendable es beber café con moderación.