A pesar del potencial para salvar vidas que tiene el lavado de manos con jabón, rara vez se practica y no siempre resulta fácil promoverlo.
El lavado de manos con jabón interrumpe la cadena de transmisión de enfermedades: Las manos son las principales portadoras de gérmenes que causan enfermedades, las manos son contaminantes por ello debemos asegurar que se mantengan limpias.
Lavado de manos con agua y jabón: Usar jabón facilita la frotación, lo que permite disolver la grasa y eliminar la suciedad que contienen la mayoría de los gérmenes.
“A los niños debemos enseñarle que el lavado de manos es una práctica sencilla que evitará que se enfermen. Debemos acostumbrarlos y enseñarles que a que se laven las manos antes y después de comer y luego de ir al baño”, recomendó el médico pediatra Jorge Abel Salinas, conductor del programa Salud en RPP.
Existen momentos críticos para el lavado de manos: Después de usar los baños o letrinas, después de cambiar pañales, asear a los niños y antes de lavar o preparar alimentos.
Siga estos pasos:
1. Primero debemos mojarnos las manos
2. Cerrar el caño y frotarnos las manos con el jabón
3. Pasar el jabón por las uñas, frotarse el reverso de la palma, ir al antebrazo
4. Al abrir el caño debemos enjuagarnos desde el antebrazo hasta las uñas. Cierra el caño.
El uso del jabón en niños:
• Los niños tienen que aprender a lavarse las manos con jabones líquidos y también en barra, pues así sabrán que siempre existe una alternativa de higiene.
• No se deben utilizar jabones fuertes para no dañar su piel. De ser posible es mejor usar jabones de glicerina, pero cualquier jabón de baño elimina las bacterias.
“Las muertes infantiles son altas por la falta de conductas higiénicas. Los niños todo se llevan a la boca y si no viven en un ambiente sano y limpio y si no les lavamos las manos se enferman. Es importante crear en ellos hábitos de higiene”, dijo el especialista.
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