El chef japonés considera al Perú su segunda patria y vuelve al país después de siete años. Cocina peruana debe llegar a todos los lugares del mundo, afirmó.
El japonés Nobu Matsuhisa, uno de los chefs más famosos del mundo, volvió hoy a los fogones en Lima para homenajear a la cocina del Perú, país al que considera su "segunda patria".
El socio de Robert de Niro en el conocido restaurante "Matsuhisa", llegó invitado por el Grupo Gastronómico, una institución que difunde la culinaria peruana y que presentó el libro "Dioses de la cocina del Perú", que cuenta con el aporte de cocineros nacionales y está prologado por el chef japonés.
El intenso periplo limeño de Nobu comenzó la semana pasada e incluyó encuentros con el canciller peruano, José García Belaúnde, y el ministro de Comercio Exterior y Turismo, Martín Pérez, así como homenajes de diversos ayuntamientos e instituciones.
Y es que, aunque pocos lo saben fuera del Perú, el chef vivió tres años en Lima, a donde llegó muy joven para trabajar en el restaurante "Matsuei" y se encontró con los ingredientes que luego incluiría en muchos de los platos que le darían fama y fortuna.
Nobu, quien regresó a Lima después de 7 años, afirmó hoy a Efe que la ciudad "ha cambiado bastante, tiene restaurantes más modernos, hay muchas cosas de nueva comida, todo para mejor".
Consideró, además, que Perú "tiene una larga historia" y la gastronomía local "debe llegar a todos los lugares del mundo".
"Pero eso no es inmediato, todo éxito requiere su tiempo, hay que ir paso a paso, pero mi sensación es que va a ser un futuro exitoso", vaticinó.
Amante del arroz con pollo peruano, al que no duda en considerar "como una droga", cuando abrió su primer restaurante "Matsuhisa", en Los Ángeles (EE.UU.), en 1982, introdujo el cebiche y el tiradito peruano, dos platos hechos a base de pescado crudo, limón y ají picante.
"Yo por primera vez preparé el cebiche y no se conocía casi nada sobre él, y después preparé el tiradito, cuando tampoco sabía si lo iba a vender; primero usaba el ají amarillo, pero de ahí cambié al rocoto (un ají grande), porque da color", recordó.
El chef dijo que su presentación de los platos peruanos hizo que "gente de América y de Japón por primera vez lo comieran, y la gente empezó a comprenderlos más".
Nobu también explicó que considera a Perú su "segunda patria", porque en este país nació su hija y tiene "muchos amigos".
"Cuando regreso aquí es como mi segunda casa", acotó para luego decir que aún no planea abrir uno de sus famosos restaurantes en Lima, pero sí desea contribuir a la difusión de la cocina peruana.
"Yo quiero ayudar y no sé cuánto pueda hacer, a mí me gusta Perú y creo que el país se acopla bien conmigo y yo con él. Dentro de lo que yo pueda voy a tratar de esforzarme para seguir llevando el nombre del Perú y la cocina peruana y dejándola en alto", enfatizó.
El chef recomendó a los cocineros peruanos que se sientan orgullosos de "la cultura y del país histórico que tienen" y les pidió que "tengan sueños, no se rindan, den lo mejor de sí, que algún día sus sueños se cumplirán".
"Traten de escuchar, ver, probar, las cosas que el mundo diga que son buenas, porque van a asimilarlo y lo van a hacer parte de sí y van a poder proyectarlo hacia la comida y todo lo que hagan", aconsejó.
Nobu regresó hoy a los fogones peruanos en la demostración culinaria "111 años de fusión Perú-Japón", en la que estuvo acompañado de dos de sus cocineros y un grupo de cocineros peruanos.
Karlo Álvarez, el director gerente del Grupo Gastronómico, destacó esta iniciativa del chef que, según dijo, "usualmente no cocina en ningún país del mundo" que visita.
"Acá ha querido hacerlo, a pesar de que ha venido con un chef de Los Ángeles y otro de Miami, pero esto demuestra lo importante que es para él el tema de Perú", remarcó Álvarez a Efe.
Explicó, asimismo, que el Grupo Gastronómico ha iniciado una serie internacional de actividades, que el próximo año espera reunir a 60 chefs y un famoso invitado.
El 20 por ciento de las ventas del libro "Los dioses de la cocina del Perú" será entregado al programa estatal Sembrando, que se encarga de entregar ayudas monetarias a los más pobres.
EFE
El socio de Robert de Niro en el conocido restaurante "Matsuhisa", llegó invitado por el Grupo Gastronómico, una institución que difunde la culinaria peruana y que presentó el libro "Dioses de la cocina del Perú", que cuenta con el aporte de cocineros nacionales y está prologado por el chef japonés.
El intenso periplo limeño de Nobu comenzó la semana pasada e incluyó encuentros con el canciller peruano, José García Belaúnde, y el ministro de Comercio Exterior y Turismo, Martín Pérez, así como homenajes de diversos ayuntamientos e instituciones.
Y es que, aunque pocos lo saben fuera del Perú, el chef vivió tres años en Lima, a donde llegó muy joven para trabajar en el restaurante "Matsuei" y se encontró con los ingredientes que luego incluiría en muchos de los platos que le darían fama y fortuna.
Nobu, quien regresó a Lima después de 7 años, afirmó hoy a Efe que la ciudad "ha cambiado bastante, tiene restaurantes más modernos, hay muchas cosas de nueva comida, todo para mejor".
Consideró, además, que Perú "tiene una larga historia" y la gastronomía local "debe llegar a todos los lugares del mundo".
"Pero eso no es inmediato, todo éxito requiere su tiempo, hay que ir paso a paso, pero mi sensación es que va a ser un futuro exitoso", vaticinó.
Amante del arroz con pollo peruano, al que no duda en considerar "como una droga", cuando abrió su primer restaurante "Matsuhisa", en Los Ángeles (EE.UU.), en 1982, introdujo el cebiche y el tiradito peruano, dos platos hechos a base de pescado crudo, limón y ají picante.
"Yo por primera vez preparé el cebiche y no se conocía casi nada sobre él, y después preparé el tiradito, cuando tampoco sabía si lo iba a vender; primero usaba el ají amarillo, pero de ahí cambié al rocoto (un ají grande), porque da color", recordó.
El chef dijo que su presentación de los platos peruanos hizo que "gente de América y de Japón por primera vez lo comieran, y la gente empezó a comprenderlos más".
Nobu también explicó que considera a Perú su "segunda patria", porque en este país nació su hija y tiene "muchos amigos".
"Cuando regreso aquí es como mi segunda casa", acotó para luego decir que aún no planea abrir uno de sus famosos restaurantes en Lima, pero sí desea contribuir a la difusión de la cocina peruana.
"Yo quiero ayudar y no sé cuánto pueda hacer, a mí me gusta Perú y creo que el país se acopla bien conmigo y yo con él. Dentro de lo que yo pueda voy a tratar de esforzarme para seguir llevando el nombre del Perú y la cocina peruana y dejándola en alto", enfatizó.
El chef recomendó a los cocineros peruanos que se sientan orgullosos de "la cultura y del país histórico que tienen" y les pidió que "tengan sueños, no se rindan, den lo mejor de sí, que algún día sus sueños se cumplirán".
"Traten de escuchar, ver, probar, las cosas que el mundo diga que son buenas, porque van a asimilarlo y lo van a hacer parte de sí y van a poder proyectarlo hacia la comida y todo lo que hagan", aconsejó.
Nobu regresó hoy a los fogones peruanos en la demostración culinaria "111 años de fusión Perú-Japón", en la que estuvo acompañado de dos de sus cocineros y un grupo de cocineros peruanos.
Karlo Álvarez, el director gerente del Grupo Gastronómico, destacó esta iniciativa del chef que, según dijo, "usualmente no cocina en ningún país del mundo" que visita.
"Acá ha querido hacerlo, a pesar de que ha venido con un chef de Los Ángeles y otro de Miami, pero esto demuestra lo importante que es para él el tema de Perú", remarcó Álvarez a Efe.
Explicó, asimismo, que el Grupo Gastronómico ha iniciado una serie internacional de actividades, que el próximo año espera reunir a 60 chefs y un famoso invitado.
El 20 por ciento de las ventas del libro "Los dioses de la cocina del Perú" será entregado al programa estatal Sembrando, que se encarga de entregar ayudas monetarias a los más pobres.
EFE
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