"Ha habido exageración en las prácticas para poner a prueba el carácter y formar el temple", dijo el abogado del fundador del Sodalicio de Vida Cristiana, Luis Fernando Figari.
El fundador del Sodalicio de Vida Cristiana (SVC), Luis Fernando Figari, admite que en esa congregación religiosa de origen peruano se cometieron "excesos" pero niega las denuncias de abusos sexuales, afirmó su abogado en Lima, Armando Lengua Balbi.
"Ha habido exageración en las prácticas para poner a prueba el carácter y formar el temple, como en las escuelas militares. Él sí reconoce que hubo excesos. Son parte de lo que él está meditando, los tienes en oraciones", señaló el abogado en declaraciones publicadas este martes por el diario El Comercio.
Lengua Balbi aseguró que la justicia peruana no está investigando a Figari por maltrato y agresión, ni por el presunto encubrimiento en las denuncias que también se han hecho contra sus adjuntos Germán Doig, ya fallecido, Daniel Murguia y Jeffrey Daniels.
Añadió que los testimonios de presuntos abusos sexuales que fueron revelados a fines de octubre en el libro "Mitad monjes, mitad soldados", de los periodistas peruanos Pedro Salinas y Paola Ugaz, tampoco han sido incluidos en una investigación de oficio que ha abierto la fiscalía contra el fundador del Sodalicio, quien vive en retiro en Roma desde el 2010.
"Los delitos son graves y repudiables, pero no me parece que sobre la base de esa publicación puedan hacerse señalamientos de responsabilidad sobre Luis Fernando Figari. He visto en el expediente que no hay absolutamente nada que pueda reconocerse como medios de prueba ni indicios", acotó.
El letrado agregó que Figari no va a invocar la prescripción del delito, aunque dijo que "no es parte de su responsabilidad venir a dar declaraciones si no hay nada claro."
"Vendrá cuando la fiscalía cumpla con esclarecer los hechos por los que se ha abierto esa investigación. No hay ni personas ni declaraciones determinadas, solo relatos recogidos en una publicación sobre personas que han hablado con seudónimos", señaló.
Las denuncias de los presuntos abusos atribuidas al Sodalicio salieron a la luz en el libro de Salinas y Ugaz, que presenta 30 testimonios de antiguos miembros del Sodalicio que denunciaron maltratos físicos, psicológicos o violaciones sexuales, algunas de ellas supuestamente cometidas por Figari y por Doig, que murió en 2001 e incluso estuvo en proceso de beatificación.
Tres de las víctimas de los presuntos abusos cometidos por Figari, que en la actualidad bordean los 40 años, informaron a Salinas que en 2011 presentaron sus casos ante el Tribunal Eclesiástico de Lima y el Vaticano, sin obtener respuesta.
A raíz de la difusión del libro, el Sodalicio emitió un comunicado en el que afirmó "estar avergonzado de lo que hubiera cometido Figari" y aceptó que conocían las denuncias.
El Sodalicio también informó que la Santa Sede designó el 22 de abril al monseñor español Fortunato Urcey, obispo de Chota, como visitador apostólico para investigar el caso y presentar un informe que esclarezca las acusaciones contra Figari.
La Conferencia Episcopal Peruana (CEP) exigió, por su parte, a los responsables de las instituciones eclesiásticas denunciar y no ocultar los presuntos abusos sexuales a menores, como los que presuntamente ocurrieron en el Sodalicio.
Los obispos manifestaron el lunes, en un comunicado, su "indignación y estupor" por las denuncias "graves e inmorales de actos de abuso sexual y psicológico contra personas inocentes, varios de ellos menores, cometidos de manera particular por el fundador del Sodalicio, el peruano Luis Fernando Figari".
La CEP rechazó esos hechos que "jamás debieron suceder" y citó al papa Francisco en su homilía del 7 de julio de 2014 al decir que "no hay lugar en el ministerio de la Iglesia para aquellos que cometen estos abusos".
EFE
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