El lago, conocido como el más alto del mundo, representa un valioso ecosistema compartido por ambos países.
La ministra de Medio Ambiente y Agua de Bolivia; Alexandra Moreira, y el ministro del Ambiente de Perú; Manuel Pulgar-Vidal, firmaron este jueves en la ciudad de La Paz, Bolivia, el Acuerdo Binacional para la preservación y recuperación de la biodiversidad del lago Titicaca.
El lago, conocido como el más alto del mundo, representa un valioso ecosistema compartido por ambos países. Por ello el Acuerdo destina una inversión de más de 500 millones de dólares a través de la ejecución de un plan de acción hasta el año 2025.
Además, tras la firma del Acuerdo, los ministerios de ambiente de Perú y Bolivia se constituyen como los primeros sectores en cumplir los compromisos adoptados el 23 de junio de 2015, fecha en la que sucedió la primera reunión presidencial y de gabinetes binacionales.
Con este acuerdo; dado en la sede de la Cancillería Boliviana y con la presencia del Canciller de Bolivia, David Choquehuanca; se logran concretar compromisos de inversión y gestión históricas e impostergables para el desarrollo sostenible de esta importante zona, en beneficio de más de 2 millones de peruanas y peruanos.
Al respecto el Viceministro de Gestión Ambiental del MINAM, Mariano Castro, precisó que el acuerdo posee cuatro objetivos: la reducción de presiones ambientales; la organización y la realización de actividades; la contribución de la recuperación ambiental; y el fortalecimiento de la gestión ambiental integrada a través de programas binacionales. Además, dispone diversas inversiones que cada país realizará en el corto y mediano plazo.
Finalmente, cabe destacar que estos objetivos mencionados contemplan seis ejes estratégicos:
1. La reducción de las presiones; como es el caso del tratamiento de las aguas residuales resultantes de las actividades económicas.
2. El fortalecimiento de la resiliencia ecosistémica; que comprende la recuperación del lago en su capacidad de soportar presiones externas y mantener su equilibrio natural.
3. La mejora de la salud pública, referida a la reducción de los riesgos a enfermedades.
4. La adaptación al cambio climático, dimensión transversal en todas las medidas de gestión.
5. La información, investigación y monitoreo, a fin de mejorar el conocimiento del ecosistema.
6. La sensibilización, educación y participación de la ciudadanía.
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