Uno de los motivos más frecuentes de consulta en niños después del año de edad, es la falta de apetito o la apreciación de la mamá de que su niño come mal.
“Esto condiciona angustia en las madres, pues enseguida se piensa que el niño se va a desnutrir, que tiene parásitos o alguna enfermedad grave”, dijo la médico pediatra Marilú Chiang.
Con el afán de que el niño coma se cometen excesos:
• Permitir que el niño coma cuando y lo que quiera sin disciplina ni horario
• Coincidir la hora de la comida con el hábito de ver televisión y premiar de esa forma al niño si come bien
• Se permite incluso que el niño tome más leche o se premia excesivamente con golosinas cuando el niño acepta comer
• En otras ocasiones lo que llega a suceder es que la mamá se altera y recurre a regaños y castigos Para lograr que el niño coma, lo cual favorece la actitud de reto en el pequeño y constituye una ganancia secundaria en el tiempo que el niño está demandando a los que le rodean.
Esta etapa la falta de apetito transitorio se caracteriza por presentarse en niños sanos, que no lucen enfermos, con vitalidad normal, es decir todo el día juegan y están inquietos, les basta tomar un poco de líquido y continuar con sus actividades.
“Uno o dos días comen muy mal alternando con un siguiente día de muy buen comer, como si se tratara de compensar los días anteriores, el incremento de peso y talla en estos pequeños no se afecta”, mencionó la especialista.
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