Todos hemos sufrido trastornos del sueño en algún momento de nuestras vidas, casi siempre unido a problemas personales o épocas de estrés.
El insomnio produce una serie de consecuencias negativas en la persona debido a la ausencia de sueño durante días. La falta de descanso generará trastornos de todo tipo y a todos los niveles, desde problemas con las comidas, malas digestiones, dificultades con el apetito, ansiedad, intranquilidad, impaciencia, alternancia del estado de ánimo, depresión o tristeza continuada, agotamiento extremo y pérdida de energía, dificultades para realizar tareas domésticas o para desenvolverse bien en el ámbito laboral, discusiones familiares por pequeñas cosas sin importancia.
La mayoría de los problemas de insomnio se deben a fases de estrés o de ansiedad muy elevada, cambios en la vida de la persona que provocan inquietud y que hacen que el sueño no sea tan tranquilo como quisiéramos, los periodos de estrés o de problemas van acompañados de unos pensamientos reiterativos sobre el tema que impiden la respuesta de relajación necesaria para el sueño.