"La Ciudad de los Niños" trabaja hacia una nueva filosofía de gobierno de la ciudad. no se trata de aumentar los recursos y servicios para la infancia, se trata de construir una ciudad diversa donde los niños puedan vivir una experiencia como ciudadanos, autónomos y participativos.
El proyecto “La Ciudad de los Niños" nace en Roma, Italia, en 1991. Este proyecto no solo es de tipo educativo o de ayuda a los niños, el proyecto busca generar un cambio de políticas públicas a favor del desarrollo infantil.
“La Ciudad de los Niños" trabaja una nueva filosofía de gobierno de la ciudad. Intenta construir una ciudad diversa donde los niños puedan vivir una experiencia como ciudadanos, autónomos y participativos.
“La experiencia que tenemos en ciudades pequeñas y grandes europeas, y en ciudades de Argentina muestran que donde hay experiencia que favorecen la movilidad de los niños, los barrios se hacen seguros y ocurren menos delitos; porque si hay niños que se mueven libremente en la calle, los adultos no tienen más remedio que hacerse cargo de esta presencia y si los adultos se hacen cargo significa que este ambiente será controlado y vigilado por una atención ciudadana”, señaló Francesco Tonucci, investigador del Consejo Nacional de Investigación. Instituto de Ciencia y Tecnología del Conocimiento en Roma y autor del proyecto “La Ciudad de los Niños”.
Así mismo, comentó que un espacio controlado es totalmente inadecuado por un delincuente, que necesita un ambiente en abandono, descuidado, oscuras, esto es su ambiente.
El objetivo de “La Ciudad de los Niños" es hacer posible que los niños puedan salir de casa sin ser acompañados, para poder encontrarse con sus amigos y jugar en los espacios públicos de su ciudad (patio de casa, la acera, la plaza, etc). La necesidad de tener siempre el control directo de los adultos, impide a los niños vivir experiencias fundamentales como explorar, descubrir, la aventura, la sorpresa, entre otros.
“Hay datos científicos de investigadores daneses que aseguran que si los niños van caminando a la escuela solo con compañeros, ellos tienen un nivel de atención más alto en comparación con los que van acompañados de los padres. Las consecuencias son positivas a nivel cognitivo”, finalizó Francesco Tonnuci.
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