Anoche, más de 3.000 seguidores se abalanzaron hacia la vivienda de Suu Kyi y apenas podían contener la emoción cuando su líder se asomó por la puerta sonriente.
Aung San Suu Kyi, la nobel de la paz y líder opositora birmana, celebrará hoy su primer mitin político, al día siguiente de su liberación después de siete años y medio de arresto domiciliario impuesto por la Junta Militar.
La nobel de la paz ser reunirá por la mañana con diplomáticos extranjeros y a las 12.00 hora local (5.30 GTM) celebrará su primer mitin político en la sede de su partido, la Liga Nacional para la Democracia (LND).
Anoche, más de 3.000 seguidores se abalanzaron hacia la vivienda de Suu Kyi en Rangún cuando los soldados retiraron las vayas y los alambres de espino y apenas podían contener la emoción cuando su líder se asomó por la puerta sonriente y con un vestido lila.
"Me alego de vuestra bienvenida y apoyo. Quiero decir que llegará nuestro momento. No permaneced quietos cuando el tiempo venga", afirmó Suu Kyi, de 65 años.
Un seguidor se encaramó para entregarle en mano un pequeño manojo de flores de jazmín como los que Suu Kyi solía lucir en el pelo en sus apariciones públicas, y ella lo cogió y se lo puso radiante de felicidad.
"No lo puedo creer, no me lo puedo creer, Aung San Suu Kyi está libre", repetía uno de sus seguidores.
Suu Kyi pidió silencio y el gentío calló para escuchar de su voz un mensaje de unidad para afrontar los retos, en el nuevo marco surgido a raíz del triunfo del partido de los generales en los comicios celebrados el pasado 7 de noviembre.
"Tenemos que trabajar unidos para alcanzar nuestros objetivos" dijo esta mujer, que ha vivido 15 de los últimos 20 años en cautiverio por luchar para restaurar la democracia en su país.
Fuentes de la LND indicaron que la liberación ha sido "incondicional", aunque los militares podrían volver a encerrarla con cualquier excusa tal como hicieron en el pasado.
En 2002, Suu Kyi fue liberada tras su segunda condena de arresto domiciliario, pero la Junta Militar sólo tardó un año en volver a confinarla ante el auge de su popularidad.
En mayo el año pasado, las autoridades la acusaron de violar el arresto domiciliario, después de que un ex militar estadounidense se introdujo en la vivienda, y le añadieron 18 meses más de condena.
La sentencia estaba pensada para que la "Dama", como la llaman muchos birmanos, no pudiese participar en las elecciones que se celebraron el pasado día 7, la primeras convocadas por los generales desde su derrota en 1990.
Las autoridades tampoco quisieron dejar nada al azar y disolvieron la LND.
El Partido del Desarrollo y Solidaridad de la Unión del primer ministro del país, el ex general Thein Sein, ya se ha atribuido la victoria con la mayoría absoluta en ambas cámaras del nuevo Parlamento bicameral de la nación.
La liberación de Suu Kyi fue celebrada por gran parte de los líderes mundiales, mientras que Amnistía Internacional precisó que nunca debió haber sido condenada en primer lugar.
"Está el hecho de nunca debió haber sido condenada", indicó la ONG en un comunicado.
EFE
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