Una mordedura o un arañazo de gato que no se cura y va empeorando con el tiempo.
Esta enfermedad usualmente la transmiten los gatos bebés y es causada por es causada por la Bartonella Henselae. La bacteria pasa del gato a un ser humano cuando el gato se lame las patas y después araña la piel de la persona. Frotarse los ojos después de acariciar el pelo de un gato también puede propagar la enfermedad.
Presta atención a los principales síntomas de este mal:
Síntomas similares a los de un resfrío como dolor de cabeza, somnolencia, falta de apetito, fatiga, dolor en las articulaciones o fiebre.
Una mordedura o un arañazo de gato que no se cura y va empeorando con el tiempo.
Ganglios linfáticos dolorosos o inflamados, sobre todo debajo de los brazos.
Erupción en el cuerpo.
Esta enfermedad tiene muy buena evolución por lo que no es necesario restringir el contacto con los gatos. Sólo hay que controlar que el animal no tenga pulgas y evitar tener contacto de cachorros de gatos callejeros que son los más propensos a adquirir esta enfermedad.
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