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por Andrés Gallegos
·La fiebre en las mascotas puede ser un síntoma de algo más grave, pero identificarla no siempre es fácil si no se cuenta con un termómetro. A menudo, los perros y gatos muestran señales sutiles que pueden pasarse por alto. Desde cambios en su comportamiento hasta modificaciones en su temperatura corporal, ¿cómo podemos estar seguros de que nuestra mascota tiene fiebre?
Identificar la fiebre en nuestra mascota puede ser más complicado de lo que parece, ya que los síntomas pueden ser sutiles y variar según el tipo de animal. La forma de reconocerla dependerá de si se trata de un perro o un gato, por lo que es fundamental conocer las señales específicas de cada uno.
La médica veterinaria Ana Paola Vera, en entrevista con RPP, explicó que la temperatura normal de un perro debe oscilar entre los 38° y 39°. Si la temperatura supera estos valores, es importante estar alerta, ya que podría ser un signo de fiebre.
Si no se dispone de un termómetro en casa para medir la temperatura de la mascota, existen otros indicadores a los que se puede prestar atención. Entre ellos, se encuentran el decaimiento, la falta de apetito o la sequedad de la nariz. Además, si se nota que áreas como debajo de las orejas, la pancita o las axilas están calientes, esto también podría ser una señal de fiebre. Es probable que también empiece a presentar otros síntomas adicionales, como vómitos y escalofríos. Por ello, se recomienda a los dueños revisar de manera constante el estado de salud de sus mascotas para detectar cualquier síntoma a tiempo.
¿Cómo podemos tomarle la temperatura a nuestro perrito?
Lo primero que se recomienda es acudir a la farmacia y adquirir un termómetro digital de plástico, que es fácil de usar y seguro para las mascotas. Una vez en casa, es útil contar con la ayuda de un familiar o alguien de confianza, especialmente si no tenemos experiencia utilizando el termómetro. Le pedimos a la otra persona que sujete al perro de manera segura, mientras que la persona encargada de tomar la temperatura debe levantar la cola del animal e introducir el termómetro digital entre 1 y 2 cm.
Según la especialista, el termómetro debe mantenerse en su lugar durante aproximadamente un minuto para obtener una lectura precisa. Después de este tiempo, se retira el termómetro y se revisa la temperatura del perro. Si la lectura está entre 38° y 39°, significa que la mascota no tiene fiebre. Sin embargo, si la temperatura se encuentra entre 39° y 39.5°, se puede considerar que el perro está en calentura. Por otro lado, si la temperatura supera los 39.5°, esto indica que la mascota tiene fiebre y debería ser evaluada por un veterinario para determinar la causa y recibir el tratamiento adecuado.
Contrario a lo que muchas personas pueden pensar, los problemas digestivos no suelen causar fiebre en los perros. Por ejemplo, si un perro ingiere algo de la basura y le cae mal, no desarrollará fiebre. Sin embargo, enfermedades de origen viral, como el parvovirus y el distemper, sí pueden provocar fiebre, junto con síntomas como diarreas y vómitos. Además, infecciones urinarias y respiratorias también son causas comunes de fiebre en los perros.
En cuanto a los gatos, la especialista señala que su temperatura normal suele ser un poco más elevada que la de los perros. En general, una temperatura de entre 38.5° y 39.5° podría considerarse dentro del rango normal para un gatito. Es importante tener en cuenta esta diferencia para poder identificar posibles alteraciones en su salud.
De acuerdo con Ana Paola Vera, la medición de la temperatura en los gatos se realiza de la misma manera que en los perros, es decir, introduciendo un termómetro digital de plástico por el recto. Para facilitar este proceso y evitar que el gato se mueva demasiado, se recomienda usar la "técnica del taquito", que consiste en enrollar al gato en una frazada, dejándolo seguro y cómodo. Mientras una persona sostiene al gato, la otra puede levantarle la cola e introducir el termómetro, dejándolo en su lugar durante un minuto para obtener una medición precisa.
En los gatos, las causas más comunes de fiebre incluyen infecciones como el micoplasma, que suele ser provocado por las pulgas, el calicivirus, que se manifiesta con síntomas respiratorios, o una infección urinaria. Para identificar si nuestro gatito tiene fiebre, es importante saber que, a diferencia de los perros, puede ser más complicado detectar si presentan escalofríos, ya que cuando tienen fiebre, suelen esconderse en lugares oscuros y evitar el contacto con sus dueños. Sin embargo, uno de los síntomas más evidentes es la falta de apetito. Además, cuando los gatos no se sienten bien, es común que intenten alejarse de la casa, buscando un lugar apartado para descansar. Este comportamiento es natural en ellos y debe ser considerado como una señal de que algo no está bien.
¿Qué podemos hacer cuando nuestro perrito o gatito tiene fiebre?
Según la médica veterinaria, al igual que en los seres humanos, en el caso del gato se pueden colocar pañitos o una toalla húmeda sobre su cuerpo para ayudar a reducir la fiebre. Sin embargo, dado que los gatos suelen moverse mucho, es importante intentar inmovilizarlos para realizar este tratamiento. En el caso de los perros, si su temperatura supera los 40°, se recomienda darle un baño con agua templada, ni fría ni caliente, durante unos tres minutos. Además, se pueden colocar pañitos húmedos en áreas como la barriga, las axilas, las patas o debajo de las orejas para ayudar a reducir la temperatura.
Es importante destacar que estas medidas son solo paliativas, ya que la fiebre no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma de una condición subyacente. Por lo tanto, es fundamental llevar al animal al veterinario para que reciba el diagnóstico y tratamiento adecuado.
Para finalizar, la especialista recomienda evitar el uso de termómetros de mercurio, como los que se utilizan en los seres humanos, en perros y gatos. Esto se debe a que son productos muy sensibles que pueden romperse fácilmente si el animal se mueve demasiado, lo que podría provocar que los fragmentos de mercurio queden dentro del cuerpo del animal, lo que exigiría una intervención médica, un proceso mucho más complicado. En su lugar, la mejor opción es utilizar un termómetro digital de plástico, ya que es más seguro y no causa dolor.
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Andrés Gallegos Redactor
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