Vulcanológos explican que el elemento más llamativo es la presencia de helio, pues es un indicador de que hay una "desgasificación del magma nuevo".
Especialistas costarricenses alertaron de que el volcán Turrialba, que hace dos semanas hizo una fuerte erupción de ceniza, está mostrando señales de actividad magmática o de lava.
Los expertos analizaron ayer los gases que emana el coloso, situado en el este de Costa Rica, y encontraron concentraciones de helio, azufre y dióxido de carbono, lo que señala que la geoquímica del volcán está cambiando.
El físico Jorge Andrés Díaz explicó a la prensa local que las emanaciones del Turrialba han variado considerablemente en los últimos meses, pero que el elemento más llamativo es la presencia de helio, pues es un indicador de que hay una "desgasificación del magma nuevo".
Díaz detalló que en la última medición de gases del volcán, realizada en septiembre pasado, no se detectó la presencia de helio, lo que muestra las variaciones a lo interno del coloso.
Además, los nuevos registros revelaron un aumento en la concentración de dióxido de azufre y una reducción en el dióxido de carbono.
Los vulcanólogos siguen sus análisis del comportamiento del Turrialba, mientras que la población de sus alrededores se mantiene alerta. EFE
Los expertos analizaron ayer los gases que emana el coloso, situado en el este de Costa Rica, y encontraron concentraciones de helio, azufre y dióxido de carbono, lo que señala que la geoquímica del volcán está cambiando.
El físico Jorge Andrés Díaz explicó a la prensa local que las emanaciones del Turrialba han variado considerablemente en los últimos meses, pero que el elemento más llamativo es la presencia de helio, pues es un indicador de que hay una "desgasificación del magma nuevo".
Díaz detalló que en la última medición de gases del volcán, realizada en septiembre pasado, no se detectó la presencia de helio, lo que muestra las variaciones a lo interno del coloso.
Además, los nuevos registros revelaron un aumento en la concentración de dióxido de azufre y una reducción en el dióxido de carbono.
Los vulcanólogos siguen sus análisis del comportamiento del Turrialba, mientras que la población de sus alrededores se mantiene alerta. EFE
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