Omar Thornton, quien mató a ocho compañeros de trabajo, antes de suicidarse, dijo que cometió el crimen por el trato racista que recibía, informaron los medios.
Omar Thornton, el hombre que el martes acabó con la vida de ocho personas en la empresa donde trabajaba en Connecticut, llamó al número de emergencias antes de suicidarse y dijo que le hubiera gustado matar a un mayor número de sus compañeros de trabajo, publican hoy medios locales.
"Ojalá hubiera podido matar a más personas", indicó en un tono calmado el asesino al representante de los servicios de emergencias que atendió su llamada, a quien también informó de que su comportamiento se derivó de los comportamientos "racistas" que sus compañeros mostraron hacia él, informa el diario Daily News.
Thornton, un hombre de raza negra de 34 años, señaló que en el centro de distribución de cerveza y vino donde trabajaba en la ciudad de Manchester (Connecticut) y en el que llevó a cabo la masacre lo trataban "mal", ya que "la empresa trataba mal a todos los empleados negros".
"Así que tomé las riendas del asunto y decidí solucionarlo", explicó Thornton después de disparar a diez personas -de las que ocho fallecieron- y antes de acabar con su propia vida en las oficinas de la firma Hartford Distributor, donde, según sus responsables, había tenido "un problema disciplinario".
En la conversación, recogida por varios medios locales, se puede oír a un asesino notablemente calmado que le pide al personal de emergencias que le diga a su familia que los quiere antes de colgar y pegarse un tiro.
"No voy a matar a nadie más. Sólo quiero contarle mi historia para que usted la pueda contar", indicó Thornton, que al parecer también llamó a su madre antes de suicidarse y quien había acudido a la empresa a petición del sindicato de trabajadores para que se reuniera con los responsables de la compañía para solucionar sus diferencias.
Kristi Hannah, pareja de Thornton, explicó al diario que el asesino se quejaba "continuamente" de que en la empresa, donde trabajaba como conductor, se refirieran a él con la palabra "nigger", que tiene una acepción negativa en inglés para las personas de raza negra.
"Lo molestaban y lo molestaban hasta que estalló. No podía aguantar más", señaló Hannah, mientras que los responsables de la compañía aseguran que pretendían despedirlo porque estaba vendiendo cerveza que robaba a la empresa.
EFE
"Ojalá hubiera podido matar a más personas", indicó en un tono calmado el asesino al representante de los servicios de emergencias que atendió su llamada, a quien también informó de que su comportamiento se derivó de los comportamientos "racistas" que sus compañeros mostraron hacia él, informa el diario Daily News.
Thornton, un hombre de raza negra de 34 años, señaló que en el centro de distribución de cerveza y vino donde trabajaba en la ciudad de Manchester (Connecticut) y en el que llevó a cabo la masacre lo trataban "mal", ya que "la empresa trataba mal a todos los empleados negros".
"Así que tomé las riendas del asunto y decidí solucionarlo", explicó Thornton después de disparar a diez personas -de las que ocho fallecieron- y antes de acabar con su propia vida en las oficinas de la firma Hartford Distributor, donde, según sus responsables, había tenido "un problema disciplinario".
En la conversación, recogida por varios medios locales, se puede oír a un asesino notablemente calmado que le pide al personal de emergencias que le diga a su familia que los quiere antes de colgar y pegarse un tiro.
"No voy a matar a nadie más. Sólo quiero contarle mi historia para que usted la pueda contar", indicó Thornton, que al parecer también llamó a su madre antes de suicidarse y quien había acudido a la empresa a petición del sindicato de trabajadores para que se reuniera con los responsables de la compañía para solucionar sus diferencias.
Kristi Hannah, pareja de Thornton, explicó al diario que el asesino se quejaba "continuamente" de que en la empresa, donde trabajaba como conductor, se refirieran a él con la palabra "nigger", que tiene una acepción negativa en inglés para las personas de raza negra.
"Lo molestaban y lo molestaban hasta que estalló. No podía aguantar más", señaló Hannah, mientras que los responsables de la compañía aseguran que pretendían despedirlo porque estaba vendiendo cerveza que robaba a la empresa.
EFE
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