Durante el registro, se incautó varias listas que contenían pagos para la obtención de privilegios y las llaves de las esposas, informaron fuentes oficiales.
El caso fue descubierto después de que agentes policiales que investigaban un caso de narcotráfico interceptaran una conversación entre la banda de presos que controlaba la cárcel de Queimados, en el extrarradio de Río, y familiares de otros detenidos que les pagaban por permitir algunas comodidades para sus parientes.
Agentes del Ministerio Público que fueron hasta la cárcel para investigar la denuncia policial se llevaron la sorpresa de ser recibidos por uno de los reclusos que controlaba el recinto, según el noticiero matinal Bom Dia Brasil, de Globo.
"Cuando llegamos fuimos recibidos por los presos", precisó el promotor de justicia Jorge Magno.
Durante el registro a los detenidos, los agentes se incautaron de un revólver, varias listas que contenían los pagos de familiares de otros presos para la obtención de privilegios como televisión y celdas individuales, 20 teléfonos móviles y las llaves de las esposas.
Según las primeras conclusiones de la investigación, ocho reclusos formaban parte de la banda que controlaba la cárcel y cuatro de ellos "ayudaban" a los guardianes a vigilar las instalaciones.
Un inspector policial responsable del penal y los presos implicados fueron trasladados a otra cárcel mientras se concluye la investigación.
El funcionario encargado de la administración de la cárcel alegó falta de personal para justificar la "ayuda" que recibía de los detenidos.
EFE
Comparte esta noticia