La policía también recalcó en el comunicado que continúa las búsquedas para localizar la embarcación del experto brasileño y el periodista británico.
La Policía Federal de Brasil sostuvo este viernes que los sospechosos de asesinar al periodista británico Dom Phillips y el experto brasileño Bruno Araújo en la Amazonía actuaron solos, sin que haya por detrás un autor intelectual o una organización criminal implicada.
Las autoridades barajaban esa hipótesis dado que Araújo, funcionario en excedencia de la Fundación Nacional del Indio (Funai), había sido objeto de diversas amenazas por parte de pescadores ilegales, madereros y hasta traficantes de drogas que operan en el llamado Vale do Javari, una remota región amazónica en la frontera con Perú y Colombia.
En un comunicado, señaló que, aún así, las investigaciones "apuntan a que los ejecutores actuaron solos", aunque aclaró que deben llevarse a cabo nuevas detenciones, ya que existen indicios de la participación de más personas en los asesinatos.
Confesiones del crimen
El pescador Amarildo Da Costa Oliveira, conocido como "Pelado", confesó haber asesinado a Phillips, un veterano colaborador de The Guardian, y Araújo tras ser interceptado practicando pesca ilegal en el Vale do Javari, donde ambos desaparecieron el pasado 5 de junio mientras navegaban por el río Itaquaí.
Tras pasar varios días detenido, "Pelado" admitió el crimen y condujo el pasado miércoles a la policía hasta el lugar donde supuestamente enterró los cuerpos de ambos, tres kilómetros selva adentro.
Allí, las autoridades hallaron restos humanos, los cuales fueron trasladados la víspera hasta Brasilia y están siendo sometidos a pericia para confirmar su identidad, un proceso que se calcula que pueda demorar unos 10 días.
La policía también recalcó en el comunicado que continúa las búsquedas para localizar la embarcación del experto y el periodista, la cual, según la versión de "Pelado", fue hundida con sacos de tierra para evitar que fuera encontrada.
La muerte de Phillips, de 57 años, y de Araújo, de 41, ha generado una conmoción mundial y ha expuesto las amenazas que cercan la selva y los indígenas de la Amazonía, como la minería, la pesca y la caza furtiva y el narcotráfico.
(Con información de EFE)
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